viernes, 11 de septiembre de 2015

Nunca llores con los labios pintados (Gwen Macsai)

Cuando acabé el libro anterior me encontré con este y le dije a mi marido que lo iba a leer. Me dijo que el título sonaba fatal y que iba a ser un rollo... ¡y no le hice caso! ¡Craso error! ¡Vaya castañón de libro! Lo mejor: es corto...

Empieza medio bien, hablando de chicas, de amigas, de verdades inamovibles: "Debemos volvernos hacia el lugar esencial, la Meca verdadera de los locales que atraen a las mujeres de todas las clases y modelos, el fabuloso, el magnífico, el excelso lavabo de señoras, nunca elogiado como se merece, con los suficientes himnos y alabanzas".

Sí, había cosas interesantes, como por ejemplo, por qué las mujeres vamos de compras: "...desde que la primera mujer de las cavernas decidió que necesitaba una piel de leopardo y también una piel de cebra, pues algunos días se sentía a motas y otros días se sentía a rayas".

Pero el resto del libro es un tostón, de verdad. Se me ha hecho muy pesado, muy pesado... La parte de las citas (con hombre, no citas célebres) es pesadísima y luego tiene un capítulo escatológico dedicado a los cuartos de baño que es para matarla poquito a poco para que le duela.... Puffff

Eso sí, hay una parte en la que tengo que darle la razón: "De hecho, me atrevería a sugerir que el despiste es un gen masculino dominante, transmitido por el cromosoma Y".  Yo eso lo vivo todos los días con los tres que tengo en casa... ¡qué sufrida soy, por Dios!

Me ha chocado que haya una referencia a una frase de Atticus Finch: "No puedes juzgar a los demás hasta que no hayas andado una milla en sus zapatos". Sí, el Atticus Finch de Matar un ruiseñor. Toda mi vida sin haber sabido nada del libro y ahora que lo leo, me hacen una referencia en un libro que leo unas semanas después.

Los capítulos empiezan con una cita de alguien (no sé si conocido o no, la verdad). Algunas son infumables, otras se dejan leer y una merece la pena que la deje como final de la reseña de un libro pesadísimo.

Se trata de un proverbio judío que engorda un poquito nuestro ego...

"Dios no podía estar en todas partes, por eso creó a las madres"

Riesgo calculado (Robin Cook)

Me gusta Robin Cook... Sí, todos sus libros me parecen interesantes. Se me puede rebatir que son todos "iguales"... Sí, puede ser pero son entretenidos, descubres algunas cosas interesantes y lo pasas muy bien. Ya está. Hay veces que no es necesario pedir más...

Salem: caza de brujas... Ahí empieza todo. Elizabeth Stewart es condenada a muerte por bruja en 1692. Pasan los años y en 1994 una de sus descendientes, Kimberly, decide que quiere saber qué pasó en realidad con ella porque siempre ha sido un tema tabú en la familia...

Kim es enfermera y acaba de romper son su novio, que es médico en el mismo hospital. Su primo Stanton Lewis le hace la jugada de presentarle a un amigo, un químico brillante, a quien quiere involucrar en una de sus empresas, Edward Armstrong (le va bien el nombre...)

Kim acaba de heredar la casa de su abuela, casa en la que, curiosamente, había vivido Elizabeth Stewart... Una cosa lleva a otra y van descubriendo que posiblemente a ella la condenaron porque el pan de centeno contiene cornezuelo que puede tener los mismo efectos que el LSD (por resumir, vaya).

De repente se dan cuenta de que pueden haber descubierto una nueva droga que puede ser estupenda y, sobre todo, que les puede hacer millonarios (que ellos, una ONG no son, la verdad).

Se trasladan a la finca de Kim a montar el laboratorio para que sea secreto secretísimo y la cosa se les va un poquillo de las manos cuando deciden ser ellos los sujetos del test del medicamento.

La cosa no acaba muy bien, con incendio de por medio pero Kim y su gata sí se salvan, que es lo que a todos nos importaba desde el principio.

Bromas aparte, es interesante y entretenido. He disfrutado de la lectura, me ha enganchado y lo he metido en mi clasificación de libros de playa, cosa que yo suponía desde el principio.


Los chantajistas no disparan (Raymond Chandler)

Otra novela negra para mi colección... ¡cómo me gustan!                          

En este caso aparece Mallory, el primer detective privado de las novelas de Chandler.

Y la trama es el chantaje, con la señora Rhonda Farr de por medio...

Hay frases como "No debe hacerlo nunca, muñeca". Eso ya no aparece en las novelas de ahora... No sería políticamente correcto: que si machista, que si vejatorio,... Pues a mí me gusta, qué vamos a hacer...

Lo mejor, el diálogo entre el jefe de policía y Mallory:

"- Un trabajo fácil y agradable, el chantaje. No tendría por qué convertirse en algo turbulento.

- Solo un trabajo fácil, jefe. Casi afeminado si comprende lo que quiero decir."

Otra cosa que sería políticamente incorrecta pero que está genial.

Reflexión para hoy, al hilo de las cosas políticamente incorrectas.... ¿Cuántas novelas y canciones de los 70-80 se podrían publicar ahora? Ahí lo dejo.

Y la novela, muy recomendable, por supuesto... Es de Chandler...

Venganza (Benjamin Black)

¡Otro libro de playa! Sí, y además es el último de la serie de Quirke.

Me da mucha pena que se me acaben estos libros, la verdad, mucha pena...Le he cogido cariño al carácter taciturno de Quirke y a la "petardita" de su hija (que no ha llegado a caerme bien del todo, no lo puedo evitar)

Por supuesto, hay un muerto, claro. Y es un muerto de alto nivel... Y, por supuesto, alguna relación hay con Phoebe, la niña. Y esta vez también hay una cierta relación con Rose, la cuñada de Quirke.

No nos podemos olvidar del inspector Hackett que esta vez está muy preocupado porque su mujer quiere cambiar las luces del salón. A mí me encanta este hombre... Parece que está siempre a por uvas y está pendiente absolutamente de todos los detalles. No sé por qué pero me acuerdo del teniente Colombo (ese sí que era genial...)

Con este libro me ha pasado como con el anterior, que no he tomado ninguna nota y no puedo reproducir ahora ningún pensamiento interesante, que los tiene... ¡Cosas de las vacaciones!

Pero no puedo dejar de recomendarlo. De verdad que merece la pena.

Leí que John Banville sería candidato al Nobel en algún momento. No lo sé, pero si alguna vez se lo dan podré decir que he leído una buena parte de su obra, lo que no he podido decir de otros muchos...

Cabaret Biarritz (José C. Vales)

Este es uno de los libros que recomendaron en la radio y que anoté en un papelillo en la cocina entre lavadora y cena... (mis cositas....)

Cuando vi que lo tenían en el Círculo de Lectores... ¡voilá! Ya tenía la elección del bimestre... No tuve que pensar más.

Y me ha resultado muy interesante, la verdad. He de decir que no he tomando ninguna nota porque este sí que ha sido un libro de playa-playa... Vamos que lo he metido en la bolsa de la playa-piscina y no tenía boli a mano para ir apuntando cositas...

La cuestión es que un año, en Biarritz, en el verano de 1925 aparece un cadáver de una chiquita y no queda muy claro qué ha podido pasar. En principio, se da por hecho que se ha suicidado pero nadie sabe por qué. Unos años después, le encargan al periodista Georges Miet que retome la cuestión y se vaya para allá a ver qué saca en claro.

Y la criatura se lo tomó tan en serio que le dedicó un montón de años. Tanto que ya no quisieron saber nada en la editorial... Ahora se publican las entrevistas de este periodista a las personas que pudieron ser testigos o estar por allí en aquel momento.

A mí me ha gustado mucho, la verdad, porque cada personaje es de su padre y de su madre y las cosas se van aclarando poquito a poquito.

No puedo dejar frases interesantes porque ahora soy incapaz de encontrarlas pero recomiendo el libro para pasar un rato muy, muy entretenido.

Matar un ruiseñor (Harper Lee)

Este verano se ha publicado Ve y pon un centinela la novela inédita de Harper Lee. Esta mujer, de 89 años, solo había publicado Matar un ruiseñor, que yo no había leído. Por supuesto, no he visto la película, cosa que no sorprende a nadie que me conozca... Así que, pensé que era el momento de leer la novela.

Con esa intuición que me caracteriza y me hace única y genuina, creí que esta novela era un novelón rosa que se podía leer muy bien en la playa... Y en la playa lo leí...

Pues no es novela de playa... Se puede leer de vacaciones pero es mucho más interesante de lo que yo pensaba.

Como todo el mundo (menos yo) sabe de qué va la novela, es obvio decir que narra los problemas de un abogado blanco, Atticus Finch, que en 1935 defiende a un chiquito negro acusado de violar a una muchacha blanca.

Por supuesto, no la había violado, por supuesto, le condenan y, por supuesto, muere. No porque le condenen a muerte, sino porque intenta escapar de la cárcel mientras espera el recurso.

Es muy interesante por muchas cosas. Lo primero porque el abogado es maravilloso: un hombre viudo, con dos hijos pequeños, y una tranquilidad, una serenidad y unas ideas clarísimas. Ya me gustaría a mí tener las cosas tan claras y ser capaz de defenderlas como él. "Uno es valiente cuando, sabiendo que ha perdido ya antes de empezar, empieza a pesar de todo y sigue hasta el final pase lo que pase. Uno vnece raras veces, pero alguna vez, vence".

Los críos son el centro de la novela y los que centran la estructura aunque su peso no es tanto como puede parecer. Nos hacen ver lo que el padre quiere inculcarles y de ahí su importancia. Y vemos la diferencia que había en aquel momento (1935) en la educación de un chico y una chica. Aunque Atticus no quiere diferenciar entre Jem y Scout y por eso le critican también.

Los vecinos de Maycomb no tienen desperdicio... ¡qué fauna! Pero hay algunos que sí me gustan, como miss Maudie que me ha hecho pensar: "Una habilidad sobresaliente es un don de Dios... ah, claro, uno ha de ejercitarla para hacerla perfecta"; "Las personas que están en sus cabales no se enorgullecen de sus talentos".

La hermana de Atticus, tía Alexandra, es un auténtico personaje: "Cuando tía Alexandra fue a la escuela, la expresión 'dudar de sí mismo' no se encontraba en ningún libro de texto; por lo tanto, ignoraba su significado".

Es un libro interesante para ver cómo se vivía la relación blancos-negros en aquel momento... y marca mucho, la verdad, mucho porque parece mentira que se pudiera pensar así...

¿Por qué se llama así el libro? Pues porque Atticus les dice a los chicos: "Matad todos los arrendajos azules que queráis, si podéis darles, pero recordad que matar un ruiseñor es pecado".

Y voy a terminar con algo que creo que puede ser un buen colofón: "Siempre que un hombre blanco abusa de un negro, no importa quién sea, ni lo rico que sea, ni cuán distinguido haya sido la familia de la que procede, ese hombre blanco es basura".

El hombre en busca de sentido (Viktor Frankl)

Mi amiga Sofía tenía que leer este libro para sus clases y me comentó que le estaba gustando muchísimo. Tiene 17 años y un criterio excelente, así que le pedí que me lo prestara y no me ha decepcionado en absoluto.

Siguiendo mi costumbre de no saber el tema de las novelas que voy leyendo, no quise saber muy bien de qué iba, pero sí sabía que tenía que ver con un campo de concentración de la Segunda Guerra Mundial. Lamentablemente, es un tema tan manido que muchas veces me produce rechazo, a pesar de que me resulta muy interesante... Paradojas de la vida, ¡qué le vamos a hacer!

Pero este está orientado de manera diferente y engancha desde el principio hasta el final..

De hecho, en el prólogo se introduce la opinión de Karl Jaspers, que dice que es "uno de los pocos grandes libros de la humanidad". A la sazón, este caballero es un gran psiquiatra y médico alemán (yo no lo sabía y lo tuve que investigar...)

No sé si es o no uno de los grandes libros, pero yo no lo conocía y ahora lo recomiendo.

Para hacernos una idea, es una novela "autobiográfica". ¿Por qué las comillas? Porque el autor vivió los hechos que cuenta pero lo narra un poco desde fuera, contando cómo afrontaban la situación y sin recrearse en los momentos más duros y más sangrientos, que es lo que hacen en muchas otras novelas.

Viktor Frankl era neurólogo y psiquiatra y fue luego el fundador de la logoterapia, que me ha llamado mucho la atención, la verdad. Estuvo en Auschwitz y en Dachau y perdió a sus padres y a su esposa que estaba embarazada cuando los capturaron. Tuvo la oportunidad de salir de Austria antes de que empezaran los problemas pero no quiso abandonar a su familia...

Nos va explicando los diferentes estados de ánimo de los presos y cita a Dostoyevski cuando dice que "el hombre es el ser que se acostumbra a todo".

Analiza muy bien todas las fases por las que pasaban y me han llamado la atención muchísimas cosas...

"La psiquiatría conoce un estado de ánimo denominado la 'ilusión del indulto'. La 'ilusión del indulto' es un mecanismo de amortiguación interna percibido por los condenados a muerte justo antes de su ejecución; en este momento conciben la infundada esperanza - sin apoyatura de ningún dato real - de ser indultados en el último momento"

"Aparte de aquel extraño sentido del humor, otra sensación se apoderó de nosotros: la curiosidad. (...) Con ella lográbamos distanciar la mente de la realidad circundante y así se facilitaba el contemplar lo real con una cierta objetividad. Incluso aprendimos a utilizar este mecanismo como medida de protección personal".

"La apatía, el síntoma típico de esta segunda fase, actuaba como un mecanismo inevitable de autodefensa. La realidad se desvanecía ante nosotros, el mundo emocional se amortiguaba y todos los esfuerzos se concentraban en una única tarea: conservar nuestra vida y la vida de los camaradas amigos".

Y, cuando fueron liberados... "Habíamos perdido la capacidad de alegrarnos y lentamente teníamos que volver a aprenderla".

Es muy difícil entresacar lo más interesante o lo más impactante de este libro. No tiene desperdicio, sobre todo por el sentimiento de perdón, de humildad, de amor, del autor... "El amor es la meta última y más alta a la que puede aspirar el hombre". Y la forma que tiene de entender el sufrimiento: "No es el sufrimiento en sí mismo el que hace madurar al hombre, es el hombre el que da sentido al sufrimiento"; "El sufrimiento deja de ser sufrimiento, en cierto modo, en cuanto encuentra sentido, como suele ser el sacrificio". Y cita a Nietzsche cuando dijo: "El que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo".

He aprendido que lanzarse contra las alambradas era el eufemismo que correspondía a suicidarse porque era la forma más fácil de hacerlo ya que estaban electrificadas. He aprendido a distinguir entre el tiempo cronológico, el real y el tiempo ontológico, el que que nos hace pensar que las vacaciones duran menos que los días laborables... He aprendido muchísimas cosas...

Y me ha parecido que la logoterapia es realmente interesante: "Uno de los axiomas básicos de la logoterapia mantiene que la preocupación primordial del hombre no es gozar del placer o evitar el dolor, sino buscarle un sentido a la vida".

Podría estar citando al autor horas y podría contar todo lo que me ha hecho pensar pero me alargaría demasiado, así que lo tengo que ir dejando ya. Pero, como en este libro no se casan al final, puedo citar el último párrafo sin temor a destripar la acción. Y es un párrafo que se podría escribir en mayúsculas, si no resultara tan antiestético: "El hombre es ese ser capaz de inventar  las cámaras de gas de Auschwitz, pero también es el ser que ha entrado en esas mismas cámaras con la cabeza erguida y el Padrenuestro o el Shemá Israel en los labios".

miércoles, 9 de septiembre de 2015

El déspota adolescente (Lorenzo Silva)

Puesto que ya he leído todas las novelas de la saga de Vila y Chamorro, no podía dejar de leer algo más de Lorenzo Silva (a quien tuve la posibilidad de escuchar en radio y me encantó).

Así que, me puse con esta recopilación de relatos cortos. Y me ha gustado mucho. Son historias muy interesantes y muy bien escritas, que están relacionadas con la juventud de una u otra manera.

Además, yo, con dos hijos adolescentes en casa, estoy encontrando a mi adolescente interior que quiere salir muchas veces y enfrentarse a ellos a su nivel...

"Vivimos, envejecemos, acumulamos experiencias, pero nunca vencemos del todo nuestra perplejidad inicial, nunca nos sacudimos de encima a ese déspota adolescente que se impone a nuestras canas, a nuestros logros y a nuestros fracasos".

Hay muchas reflexiones interesantes en las diferentes historias. Y no puedo dejar de reflejar aquí algunas que me han hecho pensar un poquillo más que las otras (porque el libro no tiene desperdicio).

En una de las historias, el obispo está contando en la homilía una historia que siempre contaba (y parece que era bastante plomazo): "Mira que le gusta, aunque la haya sobado mil veces, aunque siempre la cuente mal, aunque nunca venga a propósito. Calculo que cada vez que la saca a paseo ganamos dos ateos, tres herejes y cuatro indecisos". Es el caso de un obispo pero vale para muchas otras situaciones...

"No hay en todo el mundo, ni en toda la historia del saber, conocimientos bastantes para que un hombre, cualquier hombre, se sienta autorizado a dejar de ser humilde". Esto sí que es interesante... Nos pasa miles de veces: nos encontramos con gente que sabe un poco y cree que ya está por encima del bien y del mal... Y nos encontramos con nosotros mismos... que hemos aprendido un poquito de algo y ya pensamos que somos superiores a todos los que nos rodean... ¿o no es así?

"...porque uno solo desea realmente las cosas por las que está dispuesto a hacer algún sacrificio". Esta, que ya va a ser la última, es para pensar. Seguro que tenemos ejemplos en nuestra vida cotidiana que dan la razón a esta afirmación aunque pensemos que no. Hay que darle alguna vueltecita pero... al final caemos.

En definitiva, un libro que merece la pena. Es muy recomendable. Las historias cortas tienen esa ventaja... No hay que esperar mucho para llegar al desenlace y, si además están bien escritas... ¿qué más se puede pedir?

Tristezas de Bay City (Raymond Chandler)

¡Cómo me gusta la novela negra! No sé muy bien por qué... Es un género que me encanta.

Así que, he optado por esta novela para el verano, que creo que ha sido una buena elección: te permite pasar un rato agradable, interesante y divertido y no te hace sufrir (que empieza a ser uno de mis principales objetivos...)

Johnny Dalmas, el detective, es lo que se puede esperar  de estos tipos: un poco chuleras, fuma como un carretero, le da igual estar medio borracho cuando está trabajando... Típico, típico...

La trama es lo de menos, la verdad. Aparece una mujer muerta por monóxido de carbono. Parece estar muy calro pero el detective de la brigada de homicidios, Violets M'Gee, no está muy convencido y pide ayuda a Dalmas que, por supuesto, era policía y le ha echado del cuerpo (por buen comportamiento, claro)

No hay mucho que contar pero me lo he pasado de maravilla y no va a ser el último que lea del autor, que no es nuevo para mí, claro, pero que escribe novelas que se pueden releer todas las veces que se quiera porque son cortitas y no hay problema en saber cuál es el desenlace cuando se está releyendo.

El amante japonés (Isabel Allende)

Me regalaron este libro por mi santo (vale, por mi onomástica, que queda mucho mejor...) y me hizo mucha ilusión porque Isabel Allende me gusta siempre.

Sé que hay quien adora lo que escribe y quien no soporta ninguno de sus libros, pero yo pertenezco al primer grupo... Y este libro no me ha defraudado nada de nada.

Toda la acción se desarrolla en torno a Lark House una especie de residencia de mayores en la que hay "apartamentos" para quienes están mejor y son menos dependientes y habitaciones para las personas que necesitan que se les preste más atención tanto médica como psicológica.

Los personajes, como todos los de esta autora, son muy peculiares, pero son realmente estupendos.

Alma Mendel (Alma Belasco tras casarse) es una de las habitantes de un apartamento, que siempre ha pintado en tela y ha vendido sus diseños y que sigue haciéndolo siempre que puede. Cuando aparece Irina Bazili como nueva empleada en la residencia, descubren que tienen una cierta afinidad especial que se afianza cuando Seth, el nieto de Alma, se enamora de Irina.

Los dos jóvenes quieren escribir la historia de Alma, que ellos presumen apasionante, y eso nos lleva a que nos la cuenten a nosotros, pobres lectores que estamos en el metro con el libro en la mano.

Es toda una historia de amor, de lucha por la vida, de amistad... Y una lección para entender la edad, la vejez, la ancianidad, como queramos llamarlo, y comprender que envejecer es la única manera de vivir muchos años, así como que las personas de una cierta edad tienen mucho que contar y muchísimo que enseñar (y, los que tenemos menos años... muchísimo que aprender)

"Hay diferencia entre vejez y ancianidad. No es cosa de edad, sino de estado de salud físico y mental. Los viejos pueden mantener su independencia, pero los ancianos necesitan asistencia y vigilancia hasta que llega un momento en que son como niños". Esta es una afirmación de Cathy, que está en silla de ruedas desde que estuvo a punto de morir en una montaña cuando realizaba escalada...

Y una de las empleadas, Lupita Farías, dice también: "La edad, por sí sola, no hace a nadie mejor ni más sabio, solo acentúa lo que cada uno ha sido siempre". Y yo creo que eso es algo que todos hemos visto alguna vez, en las personas mayores de nuestra familia a las que hemos ido viendo envejecer...

El libro merece que se le dedique un poquito de tiempo, de verdad. Es muy interesante y muy agradable de leer y deja muchas perlas muy interesantes.

Por ejemplo, Alma le dice a Irina (que tiene una historia fascinante, que no me da tiempo a incluir aquí): "Hay mucha gente buena, Irina, pero es discreta. Los malos, en cambio, hacen mucho ruido, por eso se notan más".

Y hay otra frase para reflexionar. Una frase de Nathaniel, el marido de Alma: "Hay omisiones y mentiras necesarias, como hay verdades que más vale callar". Esto es para masticarlo despacito antes de poder opinar al respecto...

No he hecho mención a Ichimei Fukuda, el otro gran personaje de la novela porque lo dejo para que lo descubra quien lea la novela. Pero sí voy a dejar una expresión en japonés que quisiera aprenderme para utilizarla, porque hay muchas veces en que es lo único que se puede decir...

"Shikata ga nai" (¡Qué le vamos a hacer!)

El misterio de la cripta embrujada (Eduardo Mendoza)

Llevo mucho tiempo sin hacer reseñas... Me está empezando a preocupar el tema porque me está pasando con demasiada frecuencia... Entre en tengo poco tiempo y que mis hijos tiene secuestrado el ordenador, la cosa está empezando a escapárseme de las manos...

Pero, en fin, lo importante es que vaya escribiéndolas aunque sea tarde...

Este libro ya lo había leído hace mucho tiempo. Y he de decir que me gustó mucho entonces y me ha vuelto a gustar mucho ahora. Eduardo Mendoza es uno de los autores contemporáneos que más me gustan, la verdad.

¿Por qué lo he vuelto a leer? Porque el cole se lo ha recomendado a mis hijos para el verano y lo he buscado en la biblioteca. Por supuesto, mis hijos no lo han leído, claro. Si lo hubieran hecho, tendría que haber pasado por el centro de salud a ver qué les estaba pasando...

Es una novela divertidísima, con unos personajes espectaculares. Porque lo llamativo del libro no es la trama, que está bien, sino lo esperpéntico de sus personajes. El comisario Flores, el Dr. Sugrañes (director del psiquiátrico)... Y sobre todo, el prota-prota (bueno... y su hermana, que no se me puede olvidar)

No puedo decir cómo se llama porque nadie lo sabe. De hecho hay otras tres novelas en las que aparece y en ninguna se da el verdadero nombre así que...

"Cuando yo nací, mi madre, que otras ligerezas por temor a mi padre no se permitía, incurría, como todas las madres de ella contemporáneas, en la liviandad de amar perdida e inútilmente, por cierto, a Clark Gable. El día de mi bautizo, e ignorante como era, se empeñó a media ceremonia en que tenía yo que llamarme Loqueelvientosellevó, sugerencia esta que indignó, no sin causa, al párraco que oficiabe los ritos."

"...mi verdadero y completo nombre solo consta en los infalibles archivos de la DGS, siendo yo en la vida diaria más comúnmente apodado 'chorizo', 'rata', 'mierda', 'cagallón de tu padre' y otros epítetos cuya variedad y abundancia demuestran la inconmensurabilidad de la inventiva humana y el tesoro inagotable de nuestra lengua"

El prota es un paciente que está recluido en un psiquiátrico y el comisario le permite salir para ayudarle en un caso.

Soy, en efecto, o fui, más bien, y no de forma alternativa, sino cumulativamente, un loco, un malvado, un delincuente y una persona de instrucción y cultura deficiente, pues no tuve otra escuela que la calle ni otro maestro que las malas compañías de que supe rodearme, pero nunca tuve, ni tengo, un pelo de tonto".

De verdad que merece la pena leerlo. Como decía, los personajes no tienen desperdicio, la historia es divertida y el lenguaje que utiliza es una auténtica maravilla.

Y claro, después tendré que releer alguno más porque El laberinto de las aceitunas me está llamando a gritos desde la estantería (aunque aún no lo he encontrado...)