sábado, 11 de febrero de 2017

Una detective inesperada (Kerry Greenwood)

Después de saborear el libro anterior, quería algo muy ligerito y, por el título, me pareció que este era una buena opción.

Y... no estuvo mal.

Lo cierto es que me he entretenido leyéndolo pero no puedo decir que haya dejado en mí un recuerdo imborrable, la verdad.

Nos situamos en los años 20 del siglo XX... que ya nos estamos acercando a los del siglo XXI.. ¡cómo pasa el tiempo!

Nuestra prota es Phryne Fisher, una chiquilla de la alta sociedad londinense que había nacido y vivido en Australia cuando era una cría, con muchos menos medios de los que tiene ahora.

Lo de su nombre es para dejarlo aquí por escrito: "Su padre había elegido para ella el nombre de Psique. Por desgracia, en el momento del bautizo no estaba en sus cabales por culpa de la larga noche que había pasado en el club. Cuando le preguntaron el nombre de la niña se puso a rebuscar entre los restos de su educación clásica y se le vino a la cabeza Friné. Así que en vez de la ninfa Psique, Phryne fue Friné. la cortesana griega".

En definitiva a nuestra prota la mandan a Melbourne a investigar qué pasa con Lydia Andrews, hija de un coronel con el que coincide en una fiesta.

Está entretenido, habla de maltrato, de drogadicción, de explotación... Todo bien tratado con mucho humor e ironía alrededor, lo que le quita mucho hierro (y no me parece nada mal)

La prota es pija que se cae... "fumaba cigarrillos negros rusos con la boquilla dorada. No sabían muy bien, pero la elegancia exige sacrificio".... Y así funciona para todo. Con decir que sus tarjetas de visita eran de color nata para montar"... Sobran más palabras.

Hay mucho enredo por todas partes y muchos personajes, unos mejores y otros peores. Pero, si me tengo que quedar con uno es con la Sra. MacMillan. Es la más comprometida de todos y trabaja sin parar en un hospital de mujeres. Es curioso porque en un principio no dejaban ejercer a las mujeres como médicos. No podían pasar de enfermeras o comadronas... No es que eso sea malo, por supuestísimo, pero... ¡qué haría la medicina de hoy sin las mujeres!

No me queda mucho más que decir... Lo he leído cómodamente pero no va a ser el libro que más recomiende...

Por no encontrar, ni he encontrado citas para reflexionar pero dejo algo que nos hace ver un poco más claro cóno es nuestra prota y cómo se desarrolla la novela: "Se habría ruborizado si hubiera tenido la costumbre, pero como no la tenía no se ruborizó."

jueves, 9 de febrero de 2017

El asesinato de Sócrates (Marcos Chicot)

Otro libro que nos trajeron los Reyes... ¡qué bien nos debimos portar el año pasado!...

Al igual que no me fío de los premios Planeta, mucho menos me fío de los finalistas pero... yo ya había leído otro libro de este autor, El asesinato de Sócrates y me gustó muchísimo. Eso sí, hay que ver este chico, qué fijación tiene con los asesinatos...

Vayamos al grano: me ha encantado. Y me ha encantado mucho rato porque es muy, muy largo... Pero no se hace pesado, para nada.

Se aprenden muchísimas cosas. Al final el autor dice algo en la "Carta a mis lectores", con lo que estoy muy de acuerdo: "Como lector me gusta que los libros no desaparezcan de mi cabeza cuando cierro la última página, quiero que me sirvan para aprender algo además de entretenerme." A mí me pasa exactamente igual y con este se han cubierto mis expectativas.

Hay muchísimos personajes, históricos y ficticios y, sobre todo, muchas guerras... Hay que ver... ¡qué afición por pegarse! Y todo el libro diciendo que van a alcanzar la paz y nada, que no hay manera...

Por supuesto, Perseo, Eurímaco, Casandra, Deyanira, Eurípides, Calícrates... Todos estos (y muchos otros), me han caído muy bien. Y Aristón me ha caído muy mal, como supongo que quería el autor.

Pero nuestro gran protagonista es Sócrates, por supuestísimo. A mí siempre me ha llamdo la atención este filósofo. Lo cierto es que solo he estudiado Filosofía en COU. Lo poquito más que sé es de lo que he ido leyendo aunque sí es algo que podría estudiar por capricho porque me llama la atención.

Y Sócrates es algo especial. Claro que el libro este tiene truco porque pasa como cuando uno ve o lee Titanic: vamos a ver, a quién queremos engañar... el final nos lo sabemos todos... El Titanic se hundió tras colisionar con un iceberg y Sócrates fue condenado a morir ingiriendo cicuta. Es así y listo.

Por eso el título me resultó tan llamativo...

Claro que lo mejor del libro es ir "enamorándose" de Sócrates poquito a poco. He entrecomillado "enamorándose" porque cada vez me ha ido gustando más y cada vez me he ido dando más cuenta de que necesitaríamos muchos hombres como Sócratres dando la lata por aquí. Si volviera a nacer se moriría de un infarto... ¡pobre!

Por un lado "se consideraba a sí mismo un filósofo, alguien que quiere saber, y no un sabio, alguien que ya posee el conocimiento".

De acuerdo con la Enciclopedia Universal, citada por el propio autor en el libro: "De este modo, la ironía socrática servía para demostrar la ignorancia de quienes pretendían ser sabios, y la mayéutica servía para que quienes se considerabaa ignorantes alcanzaran el conocimiento mediante conclusiones propias."

Casandra es la hija de Eurípides, que en un momento dado nos cuenta una historia estupenda: "Había un hombre que dirigía ditirambos, llamado Tespis, al que Pisístrato llamó para que viniera a Atenas. Un día, mientras los espectadores contemplaban el coro cantando y bailando como es habitual en los ditirambos, Tespis los sorprendió con una novedad extraordinaria: se pudo una máscara y comenzó a hablar con el coro. En ese preciso momento, con ese diálogo entre el coro y Tespis comop primer actor de la historia, nació el teatro."

Y, claro, aparece otro personaje maravilloso, aunque aparece ya muy avanzada la historia pero todos sabemos el peso que va a tener: "Es cierto que se llama Aristocles, pero debido a su ancha espalda su profesor de gimnasia le puso un apodo por el que todo el mundo le conoce ahora". ¿Y cuál era ese apodo? Platón...

Podría seguir y seguir... Hay muchísimas cosas que me han hecho reflexioanr. Y sí, ya sé que la historia de la novela va contando otras cosas, sé que no he contado nada de Perseo, de Casandra y su boda con Ificles, de la peste... Pero es que Sócrates me ha obnubilado...

Tengo que dejar otra cosa por escrito, algo que deberíamos publicar en el B.O.E. a ver si alguno nos dábamos cuenta...: "Muchos atenienses habían escuchado a Sócrates decir en público que la experiencia y la capacidad son los criterios por los que escogemos a un médico para que nos sane o a un general para ponerlo al mando del ejército, y que del mismo modo deberíamos elegir para el gobierno a los hombres más capaces de gobernar". Yo lo dejo caer... a mí me parece que esto no lo estamos haciendo así pero...

Y termino ya, que si no me alargo tremendamente. Pero acabo con una reflexión de Sócrates (¡claro!) cerca ya de su final: "Todo hombre debe ocupar con valor el puesto que le ha correspondido. Además los hombres pertenecemos a nuestros creadores, por lo que quitarnos la vida sería disponer de algo que no nos pertenece. Actuar contra la vida propia es atentar de un modo inadmisible contra los sagrados lazos que nos unen con los dioses, con los demás hombres y con nosotros mismo"