lunes, 31 de diciembre de 2018

El presidente ha desaparecido (James Patterson & Bill Clinton)

He leído muchas cosas de James Patterson y me gustan mucho sus libros. Este libro estaba entre mis próximas lecturas pero mi hermana lo está (o lo estaba) leyendo y me ha insistido en que engancha y está muy bien, así que decidí que sería el libro que leería justo al acabar el que estaba leyendo.

Y lo he leído, claro. Me ha gustado, y es ciertamente trepidante. Vaya, sería de los que a mi marido no le gustaría nada. Uno no puede dejar de leer... Y es muy "americano". Es un poco lo que no me gusta de estos, que tenemos que dar las gracias a los Estados Unidos por ser lo que somos y estar donde estamos... Pero el libro está muy bien.

Para hacernos una idea, voy a dejar aquí un parrafito de la sinopsis: "Hay secretos que solo un presidente puede saber. Hay situaciones que solo un presidente puede resolver. Pero hay decisiones que ni siquiera un presidente querría tomar". Así, tal cual...

Nos encontramos con el presidente Jonathan Duncan. Se ha quedado viudo hace poco tiempo. Su esposa Rachel Carson Duncan falleció de un cáncer, dejándolo muy solo. Además, padece PTI, púrpura trombocitopénica idiopática (que no sé si estará bien traducido porque no lo había oído nunca...) que parece ser que se debe a un recuento bajo de plaquetas.

También conocemos a todo su equipo, a los asesores más próximos, a la vicepresidenta, al presidente de la Cámara...

Todos están en una situación muy complicada porque se están enfrentando a una amenaza tremenda... Un virus. Un ataque wiper. Yo no sabía qué era eso pero he descubierto que un ataque wiper borra todos los programas informáticos de un dispositivo.

Y, claro, dadas las circunstancias, eso puede hacer que un país como Estados Unidos quede paralizado y retroceda muchos años en su evolución. Me ha hecho darme cuenta de algo que yo ya sabía, pero me ha hecho ser más consciente: "Nuestra sociedad se ha vuelto completamente dependiente de la tecnología"

Por alguna razón, alguien hace que el virus dé la cara, pero no saben aún cuándo se pondrá en marcha ni cómo paralizarlo... Ahí es donde nos encontramos. Tenemos a todos trabajando contra reloj.

No voy a contar más... La historia es un compendio de intrigas políticas, relaciones personales, responsabilidades, relaciones internacionales, terrorismo islámico, ciberterrorismo... Nos encontramos con Rusia, Israel, Alemania... Y con los Hijos de la Yihad. Vamos, que no nos aburrimos en ningún momento.

He de reconocer que da un poco de miedo... "El ciberterrorismo es el salvaje oeste. Esta es una nueva frontera que da miedo. Cualquiera sentado en un sofá en ropa interior podría socavar la seguridad de una nación". No nos damos mucha cuenta pero es una realidad.

Me llama la atención una asesina a sueldo que aparece (no pienso decir para qué). Se llama Bach y sospechamos desde el principio que debe de ser porque le gusta mucho la música. Luego descubrimos que su nombre es Catharina Dorothea como la hija de Bach. Pero eso es lo de menos... Lo curioso y sorprendente, además de su historia, es que es la primera asesina que me encuentro que está... embarazada... Sí, increíble, está en una super misión y está embarazada... Hay que tener mucho valor, mucha necesidad o muchas ganas para hacer eso.

Otra cosa que me ha gustado es el elogio que hace el presidente de los agentes del servicio secreto: "...hacer lo que nadie en su sano juicio haría de buena gana: plantarse delante de una bala en lugar de apartarse". Es una frase también muy americana pero no deja de ser muy real. Esta mañana, mientras iba de camino al trabajo, he oído que hoy habrá 500 agentes velando por la seguridad en la Puerta del Sol a la hora de las campanadas. Van a estar allí mientras los demás estamos tomando las uvas...

Tengo que ir pensando en cerrar ya, no sin recomendar el libro. Es muy entretenido y muy rápido de leer. Eso sí, tiene uno que saber que la novela, romántica como tal, no es... Otra cosa que hay que saber es que, cuando uno termina de leer el discurso final del libro, lo primero que le ocurre decir es "God bless America". Todos estáis avisados.

Y voy a dejar dos citas. Por un lado, una de Sun Tzu, que aparece habitualmente en los libros: "Mantén a tus amigos cerca, pero aún más cerca a tus enemigos".

Por otro lado, un pensamiento del presidente Duncan: "Lo que he dicho en repetidas ocasiones es que siempre hay un modo pacífico de resolver un conflicto y que ese modo pacífico es preferible. Entablar un diálogo no es rendirse."

La importancia de las cosas (Marta Rivera de la Cruz)

Me encanta esta autora desde hace muchísimo tiempo, desde que la escuchaba en la radio, en una tertulia literaria. Y he leído muchas cosas suyas. EMario ste libro se lo regalé a mi madre porque pensé que le gustaría y, claro, porque sabía que me lo dejaría (je, je)

Y, efectivamente, mi madre me lo ha prestado y, efectivamente, me ha encantado. Lo he pasado muy bien leyéndolo. Es una historia muy bonita y, además, es un libro de los que yo llamo tranquilos y relajantes. ¿Qué más se puede pedir?

Nuestro prota es Mario Menkell, profesor de Creación Literaria en la universidad privada Luis de Camoens. Tiene 47 años y ya hace mucho publicó un único libro, Lo que me contó Bernard M., que fue un enorme éxito. Pero nunca más ha vuelto a escribir.

Su tía le dejó un piso en Chueca que tiene alquilado a Fernando Montalvo. Por estas cosas de la vida, el inquilino decide suicidarse... Y Mario se ve con el piso vacío. Bueno, vacío, no, más bien lleno de las cosas de Fernando Montavo. "Sr. Menkell, Fernando Montalvo era coleccionista. Coleccionista de cosas. Todo le interesaba y a todo le sacaba partido. Se entretenía así, buscando nuevas piezas y llenando la casa de chismes raros".

También nos encontramos a otra profesora, Beatriz Millares, profesora de Historia e Historia del Cine. Ha dejado a su marido y se instala en el apartamento de Mario.

Así empieza la búsqueda de la historia de Fernando Montalvo. Hay muchas cosas a su alrededor... ¿Quién es? ¿Por qué querría un hombre "anodino" como Mario empezar a buscar? ¿Quién le empuja a hacerlo? No voy a responder a nada para que todo el mundo lo lea. Pero es una historia muy interesante que nos lleva a conocer mejor a estos personajes y a otros que van apareciendo a lo largo de la novela.

No podemos dejarnos a Claudio Saldaña, el rector de la universidad. ¡Vaya elemento! Es para no perdérselo... Porque, además, la universidad es muy interesante, desde sus inicios hasta el momento en el que tiene lugar la novela. No hay más que ver lo que piensa Beatriz Miralles: "Sí, cuando estudiaba en Berkeley, Beatriz estaba convencida de que le esperaban trabajos más estimulantes que la docencia en una universidad privada hecha para regurgitar al mundo a un montón de indocumentados después de proporcionarles una leve pátina cultural, pero qué le iba a hacer".

La autora pasa muy suavemente por el problema del maltrato doméstico, pero me ha gustado mucho, "Me dio una bofetada, y nadie tiene la culpa de llevarse la primera, pero hay que hacer las cosas de forma que sea la última". Es algo que yo siempre he dicho, que yo creo que me pueden dar una vez, pero que no me darían una segunda. Y me pregunto que puede llevar a una mujer a mantener una relación con la persona que le ha dado la primera. Seguro que hay mucho en el fondo y que hay que analizar cada caso en concreto.

Ah, otra cosa que me ha gustado de Beatriz es que utiliza la colonia Cristalle de Chanel... ¡con lo que me gusta a mí! Es una de mis favoritas.

Me entretengo, lo sé, como siempre. Así que voy a cerrar ya, siendo consciente de que no he contado nada de la búsqueda de la vida de Fernando Montalvo, pero así hay más personajes a los que conocer.

Y cierro con una reflexión de Mario Menkell: "Mire, Sr. Hauptf, uno nunca sabe lo que está bien ni lo que está mal... hacemos las cosas como buenamente podemos y que sea lo que Dios quiera, como decimos los españoles".


domingo, 30 de diciembre de 2018

Las hijas del Capitán (María Dueñas)

Me ha costado tomar la decisión de leer este libro, la verdad. Pero mi hermana me ha preguntado varias veces si ya lo había leído (supongo que para ver qué me había parecido) y, al final, he decidido que era el momento.

¿Por qué me ha costado empezar? Porque me encantó El tiempo entre costuras pero Misión Olvido me decepcionó bastante. No es que estuviera mal, no, pero no cumplió mis expectativas y eso me ha hecho estar un poco reticente con esta nueva novela de la autora.

En fin, que al final, lo he leído. No me ha gustado tanto como El tiempo entre costuras, eso es cierto, pero se ha dejado leer. A mí, personalmente, se me ha hecho un poquito largo. Es una historia curiosa y describe muy bien la situación de la colonia española en Nueva York justo antes de estallar en España la Guerra Civil, pero creo que con 100 páginas menos, a mí me habría gustado más.

Tal como nos dice la introducción del propio libro: "Las hijas del Capitán despliega la historia de tres jóvenes españolas que se vieron obligadas a cruzar un océano, se asentaron en una urbe deslumbrante y lucharon con arrojo para encontrar su camino". Y no hay mejor manera de describirlo...

Hay muchas cosas que me han llamado la atención. Lo primero es que me ha dado una pena enorme que Remedios, la madre, no supiera leer. Sí, lo sé, en aquellos años no era tan extraño, pero a mí me da muchísima pena. Recuerdo cuando vivía con nosotros la tía de mi padre. Ella era la mayor de muchos hermanos y sí había estudiado algo pero la siguiente hermana no sabía leer ni escribir, y no digamos nada de hacer cuentas... Y a mí siempre me pareció algo tremendo... En fin, son mis reflexiones extrañas. Ahí lo dejo...

La cuestión en la novela es que Emilio Arenas, que es un auténtico tarambana que ha ido toda la vida de acá para allá, dejando a su mujer y a sus hijas en España, aterriza en 1929 en Nueva York. Tras muchas idas y venidas haciendo de todo, decide montar un restaurante y llamar a su familia. Familia que, por otra parte, no sabía muy bien qué hacer porque la madre de Remedios ha fallecido y no pueden quedarse en la casa...

Y allá que se van las cuatro: Remedios, Vistoria, Mina y Luz. Pero... al poco de llegar, un desgraciado accidente acaba con la vida de Emilio. Ya ahí tenemos a las cuatro mujeres... Por supuesto, no hablan una palabra de inglés. Pero, además, las chicas han hecho toda la vida lo que les ha dado la gana y no tienen oficio ni beneficio.

No quiero contar mucho pero, después de ciertos acontecimientos, las cuatro mujeres deciden quedarse y tratar de hacer funcionar el restaurante, cosa que no parece que vaya a ser sencilla... Y ahí comienza la aventura.

El libro está muy bien escrito y hay algunos personajes maravillosos, como sor Lito, una religiosa con una historia fantástica a sus espaldas.

Ja, y hay otro muy desagradable, Fabrizio Mazza, un abogado que quiere aprovecharse de las chicas. Yo sabía que era malo, malísimo en cuanto apareció... ¡se llama Frabrizio! Yo tengo fijación con el nombre... He conocido a varios Fabrizio, Fabrice... y ninguno me ha gustado nunca. Seguro que algún día encontraré alguno que merezca la pena, pero ese día aún no ha llegado.

Aparece también por allí Don Alfonso de Borbón y Battenberg, conde de Covadonga, bisnieto de la reina Victoria de Inglaterra y primogénito del rey de España. Y es el centro sobre el que se basa la autora para relatarnos las discusiones entre monárquicos y republicanos incluso fuera de nuestras fronteras, en un momento tan delicado de nuestra historia.

También nos encontramos con Xavier Cugat. Cierto es que no hace tanto tiempo que falleció, en 1990, con 90 años, pero sí me ha llamado la atención porque me ha recordado cuando salía en televisión y a la tía de mi padre le encantaba y siempre decía que era el mejor. Yo era pequeñaja (de edad, de tamaño aún lo soy) pero recuerdo que me gustaba mucho a mí también.

Poco más voy a contar... Es muy interesante ver cómo se van adaptando las chicas a Nueva York, un nuevo mundo, una nueva forma de ver la vida y una lucha conjunta para sobrevivir en un entorno que les es hostil en un primer momento.

Ya he dicho que está muy bien escrito y que se deja leer pero creo que no es el libro que recomendaría con más entusiasmo. No es que no me haya gustado pero, sí, se me ha hecho un poco largo.

Cierro con una descripción interesante, porque me veo reflejada completamente: "Se estaban despidiendo entre todos ellos a la manera español, sin aparente prisa, alargando hasta el infinito las últimas frases, los últimos parabienes, las últimas cortesías". Así soy yo también...

La rosa del viento (Corina Bomann)

Ya había leído alguna cosa más de esta autora y pensé que sería una buena idea empezar con este libro. Y la verdad es que me ha gustado. Es agradable de leer, entretenido y se pasa un rato agradable. Cierto, no es el libro que ha marcado mi existencia, pero está bien.

Es interesante porque, por casualidad, me he vuelto a encontrar con el tema de Alemania del este y del oeste. Curioso que haga tan poco tiempo que he leído otro con la misma temática (aunque la historia, por supuesto, no tiene nada que ver).

En esta novela nos encontramos con Annabel Hansen, una madre con una hija pequeña, Leonie, que acaba de separarse y decide dar un vuelco a su vida y cambiar de residencia como primer paso. Y allí encuentra un barco La rosa del viento, que le encanta. Curiosamente, está en venta y, después de cierta indecisión, lo compra junto con Christian Merten.

La novela nos va a desvelar una trayectoria muy curiosa del barco. Es el prota central de la novela, la verdad. Es como si tuviera una vida propia... "...se construyó en 1940 en Hamburgo, en principio como pesquero, pero luego se le retiraron los aparejos de pesca y el barco se utilizó como embarcación bélica para dragar minas". Y los personajes también tienen unas vidas muy peculiares.

Como decía antes, nos encontramos con el drama de la separación de las dos Alemanias. La primera que vive ese drama en Annabel, que se vio separada de su madre cuando era muy pequeña y fue adoptada por Elfie y Martin Hansen. Costó mucho al principio pero luego ella se dio cuenta de que la querían de verdad y empezó a considerarlos como sus verdaderos padres. Eso sí, siempre le quedó el recuerdo de su madre y la decepción de su abandono. Ella siempre pensó que la quería y no entendía cómo era posible que la hubiera dejado...

Christian también tiene su propio drama relacionado con las dos Alemanias y la Stasi... En su caso, su madre es atropellada y fallece en el momento, con lo que eso trae a su familia, su padre y su hermano...

Hay una cosa que me ha parecido muy curiosa: "Una vez leí en un libro que los marineros casi siempre les ponían a sus barcos nombre de mujer porque las mujeres no tenían permitido subir a bordo"... ¡qué cosas!

Me encanta el personaje de Georg Palatin, el antiguo capitán de La rosa del viento. Es un hombre encantador, con una maravillosa historia que contar... Es estupendo...

Es un libro agradable, como ya he comentado antes. Se deja leer muy bien y la historia es curiosa y diferente. Y es muy del estilo de la autora, por supuesto...

Esta vez voy a cerrar con algo que me ha gustado porque me he sentido muy identificada. No es un pensamiento pero es una forma de actuar muy "ochentera", que diríamos ahora y que me ha sacado una sonrisa en cuanto lo he leído: "Antes, como muestra de afecto, le regalabas a tu novio o a tu novia una cinta recopilatoria llena de canciones grabadas de la radio con muchísima dedicación"... ¡qué recuerdos!

sábado, 29 de diciembre de 2018

Los señores del tiempo (Eva García Sáenz de Urturi)

Vamos a por la tercera entrega de la Trilogía de la Ciudad Blanca. Salió, lo tenía el Círculo de Lectores y lo tuve que comprar, por supuesto...

Y no me ha defraudado en absoluto. Ha cubierto mis expectativas, que no eran pocas, dicho sea de paso.

El centro de esta novela es un libro, Los señores del tiempo por un autor que en realidad no se sabe quién es... Y ahí está el problema. Es un libro que se desarrolla en 1192. Pero, en la vida real, van apareciendo los mismos castigos que van apareciendo en el libro, con todos los problemas que eso va acarreando, porque son verdaderas salvajadas (hay que tener en cuenta que era la Edad Media...)

En el libro nos vamos a encontrar, como era de esperar, a Unai, Alba y su chiquitina, Deba; al abuelo (que es, sin duda ninguna, el mejor personaje de toda la trilogía), a Germán, a Estíbaliz... Y también aparecen algunos personajes más que han aparecido en las otras dos entregas. Por supuesto, también hay personajes nuevos, claro, y algunos son muy interesantes, como Ramiro Alvar Nograro, que padece TID, trastorno de identidad disociada, una enfermedad impresionante.

Como casi siempre, he aprendido un montón de cosas, a la vez que me lo estaba pasando de maravilla.

Entre otras cosas, he aprendido lo que es la cantárida: "La cantárida era la viagra medieval por excelencia (...) Un polvo extraído del caparazón verde metalizado de un pequeño escarabajo muy común en tierras africanas (...). Dos gramos de cantárida matan al más sano de la sala, así que cayó en desuso en el S XVII, después de que en Francia, los llamados "caramelos de Richelieu" terminaran con media corte durante las orgías de la época..."

También me he enterado de lo que era el voto de tinieblas: "Conocía la tradición familiar de las emparedadas. Cuando sobraban hijas, los condes de Maestu las enviaban a emparedar en vida en alguna parroquia cercana. Se construía un pequeño tabique y dedicaban la vida, aisladas, a la oración. Algunas convencidas. Otras, no tanto". Hay que ver qué barbaridad... Cuando "sobraban hijas"... Porque las hijas muchas veces sobraban... Y las emparedaban... ¡fantástico! Les vamos a perdonar por la época, claro, pero es para hacérselo mirar.

Eso sí, me ha llamado la atención que hiciera mención a Bucéfalo, diciendo que era el caballo de Carlomagno. Si lo lee mi compañera Elena, le da un patatús... ¡Carlomagno! Pero si Bucéfalo es el caballo de Alejandro Magno... Nada más leerlo di un respingo, pero luego busqué cómo se llamaba el caballo de Carlomagno porque pensé que le podía haber puesto el mismo nombre. Pero, por lo que he visto, no está muy claro cómo se llamaba el caballo de Carlomagno, aunque parece que era algo como Blanchard. Total, que debe de ser un error.

La historia es muy interesante y mezcla muchas cosas que terminan encajando perfectamente. Y los personajes me encantan.

Además, te das cuenta de que la gente, muchas veces, no es lo que parece. En palabras de Unai: "En este país hay un millón de psicópatas puros y unos cuatro millones de psicópatas integrados o normalizados en sociedad". A mí me asusta mucho esto, no lo puedo negar. Podemos estar conviviendo con auténticos psicópatas y ni siquiera imaginarlo. "Como sociedad y como individuos partimos de una desventaja: el error básico de atribución. Nos cuesta creer que somos incapaces de detectar la maldad absoluta en alguien cariñoso y encantador. Y ellos exprimen toda su vida esa ventaja: nuestra disonancia cognitiva".

Nada más, que no quiero contar nada de lo que pasa. Pero hay que leerlo. Si no se han leído las otras dos, se puede leer por separado, pero es mejor llevarlas ya como base, siempre que sea posible.

Cierro con una referencia a Los señores del tiempo que me ha encantado porque a mí me ha pasado con muchos libros y me parece una descripción estupendísima: "No era un libro, era una trampa de papel, una emboscada de palabras..., y no podías escapar".

La desaparición de Stephanie Mailer (Joël Dicker)

En su momento leí La verdad sobre el caso Harry Quebert y me gustó muchísimo, así que no podía perder la oportunidad de leer este otro.

En realidad, fue un regalo de mi cumpleaños pero, como es un libro "de peso", no he podido leerlo hasta hace poco. Viajo poco, pero en el avión no me lo iban a dejar subir por exceso de peso...

Bueno, vamos al grano que me disperso... Me ha gustado mucho, muchísimo.

Es increíble como consigue el autor mantener la tensión a lo largo de las 647 paginillas... En ningún momento podemos pensar cómo va a evolucionar la historia.

Nos encontramos en 2014 y una periodista, Stephanie Mailer, desaparece y unos días después, se encuentra su cadáver... Era de esperar, claro... tenía que haber un cadáver.

Todo viene de mucho más atrás, de 1994, cuando apareció Meghan Padalin muerta, así como el alcalde de Orphea y toda su familia. En aquel momento, por supuesto, se investigó y se encontró un culpable (más o menos). Hubo una serie de problemillas, el acusado falleció y allí se acabó la historia,

Pero parece que ahora Stephanie está detrás de alguna pista más que puede dar un vuelco a aquel crimen, 20 años atrás... Ummmm, puede que no fuera desencaminada, ¿verdad? Alguien ha querido que desaparezca.

Lo que más me ha gustado es el análisis de la vida y la situación personal de cada uno de los personajes. Y, cuando digo "cada uno", es así: cada uno. El autor nos hace ver por qué reaccionan así los personajes en cada momento. Hace encajar las piezas de un puzzle que parecería que nunca iban a poder encajar.

Sin embargo, le he encontrado un pequeño "pero". A mí me estaba pareciendo tan impresionante la historia que no tenía ni idea de por dónde iba a encontrar el autor la salida. La encuentra, por supuesto que sí PERO a mí me ha recordado (solo recordado) a Extraños en un tren de Patricia Highsmith. Solo es un ligero recuerdo pero... ya me ha dejado un poco más fría el final... Son mis cosas, qué le vamos a hacer.

A pesar de esa tontería mía, el libro es estupendo y muy, pero que muy recomendable. Como decía antes, la historia es estupenda, pero los personajes lo son aún más.

Y cierro con una reflexión muy interesante: "Y un secreto en el fondo, tiene más importancia en lo que oculta que en lo que revela".

domingo, 23 de diciembre de 2018

Sapere aude (César Pérez Gellida)

El último de los spin-offs... Otro que me ha gustado muchísimo.

En este caso, nos centramos en Ólafur Olaffson... ¡qué personaje tan maravilloso! Me encanta cada vez que aparece en las novelas de las trilogías, y me ha gustado mucho aquí, más jovencito.

La novela se desarrolla en 1974 y nos vamos a centrar en un atentado del IRA en O'Connell Street en Dublín... Una situación muy dura y muy complicada. Es justo cuando Ólafur se acaba de incorporar en la Real Policía de Dublín

Me gusta cómo se describe la lluvia en Irlanda: "El día anterior había llovido como si toda la desdicha y el desconsuelo del planeta se hubieran concentrado en el cielo dublinés para descargar un despiadado llanto sobre sus cabezas". Me ha parecido tan triste... es el sentimiento que me produce a mí la lluvia...

Y me ha encantado la descripción de la bandera. Connor Murphy, compañero de Ólafur, que ha establecido una muy buena relación con él, le cuenta: "El naranja nos representa a nosotros, los protestantes, el verde a los católicos y el blanco es el símbolo de la paz entre las dos comunidades". Yo no tenía ni idea de esto y me ha parecido estupendo, pero me ha hecho mucha gracia la respuesta de Ólafur: "Pensé que simbolizaba el color naranja que tiñe vuestro pelo, el verde que predomina en vuestros ojos y el blanco que desluce en vuestra piel".

Para cerrar, me voy a ceñir al título: Sapere aude... "Atrévete a saber"... Nunca debería asustarnos conocer la verdad.

Indivisa manent (César Pérez Gellida)

El segundo de los spin-offs de Versos, canciones y trocitos de carne... Y también me ha gustado mucho.

Eso sí, este hay que leerlo después de haber leído la trilogía, o por lo menos, el segundo libro, Dies irae, porque si no, hay cosas que se desvelan que no es bueno saber de antemano... Más que nada, para que no se pierda la emoción.

Yo no sé mucho de latín, la verdad (aunque me gustaría, eso sí), pero es bueno saber que el título nos dice "Permanecen unidos" y es muy revelador, aunque no voy a decir por qué.

Esta novelita tiene como prota a Augusto Ledesma, un monstruo de arriba a abajo pero que hay momentos en que no puedo dejar de pensar que me cae un poco bien... y me regaño a mí misma por ello.

Pero es muy interesante porque nos permite conocer a Augusto un poco más: cómo se relaciona, qué piensa de sus "amigos", la relación que tiene con alguien especial (ja, ja... he conseguido no decirlo).

Y quiero dejar otra frase en latín que me ha gustado mucho y que me parece que es una gran verdad. Voy a traducirla, claro, pero me gusta mucho en latín primero... "Amicitia quae desinere potest, vera nunquam fuit". Es decir, "La amistad que puede dejar de ser nunca fue verdadera". Como yo ya tengo unos años, estoy convencida de que es verdad...

Ahora voy a cerrar, por supuesto, con otra reflexión que es también muy interesante: "Cuando ya está todo dicho, las palabras pierden su razón de existir".

Mutatis mutandi (César Pérez Gellida)

Hace ya tiempo que tenía este libro para leer, junto con los otros dos que he leído después. Son los spin-offs de la trilogía Versos, canciones y trocitos de carne. Y no loa había querido leer hasta terminar las dos trilogías. He leído algo más, claro, pero ya era el momento.

Por supuesto, como no podía ser de otra forma, me ha gustado mucho. Armando Lopategui es todo un personaje y todo lo que gira en torno a él es muy, pero que muy interesante.

Nos encontramos a Carapocha a punto de tener que cambiar de vida nuevamente, porque parece que va a tener que desplazarse a Belgrado junto antes de empezar la guerra de los Balcanes. "Puedes estar seguro de que los Balcanes volverán a ser el avispero de Europa". Me ha hecho gracia porque recuerdo que en los libros en los que yo estudiaba lo llamaban así: "El avispero de los Balcanes"... ¡qué recuerdos!

Por supuesto, Armando Lopategui sigue interesándose por los asesinos en serie: "Charlas de barra de bar en las que fue profundizando insistentemente en casos de asesinos en serie"...

Y en esta pequeña historia conocemos a Erika de niña. A Erika la hija de Armando, claro. Porque también aparece su esposa, Erika, y la relación complicada que mantienen en aquellos momentos...

Hay poco más que decir, aparte de que hay que leerlo, claro.

Pero cierro con una frase que le dice a Erika y que me ha parecido muy reveladora en los momentos en los que nos encontramos, con todo lo que está pasando: "El problema no es que existan hombres malos, princesa, el problema radica en identificarlos, en destaparlos".

sábado, 15 de diciembre de 2018

Todo lo mejor (César Pérez Gellida)

Ya me he manifestado como "gellidista", así que no puede sorprender a nadie que haya leído el último libro del autor. Y tampoco sorprenderá que me haya encantado.

Sobre todo porque el prota de este libro es Armando Lopategui. El autor dice que el propio personaje el pedía escribir un libro sobre él y no me extraña. Es uno de los personajes más curiosos e interesantes que yo he encontrado.

Para ponernos en antecedentes: "Me atraía mucho pintar el Berlín de principios de los ochenta. La enfermiza coyuntura política mundial, la cruenta batalla ideológica entre oriente y occidente, entre el comunismo y el capitalismo". Y lo ha conseguido... Es una imagen muy interesante de la situación de aquel momento... y he aprendido muchas cosas.

¿Qué nos vamos a encontrar? "Una ciudad separada por un muro y unida por un sanguinario asesino. Dos investigadores que descubrirán que la crueldad no tiene límites". "Las terribles muertes de 5 menores que parecen estar relacionadas entre sí".

Empezamos conociendo a Viktok Lavrov, que es, en realidad Armando Lopategui... comandante del Komitet Gosundarstiennoy Bezopasnosti... ¡hay que ver lo difícil que es saber lo que en realidad el KGB!. Y también conocemos a Erika Eisemberg, que los gellidistas sabemos que es la madre de Erika Lopategui, claro... Resulta muy curioso...

Pero, claro, tiene que aparecer un asesino en serie... Es la especialidad de Carapocha... Aprendemos lo que es la Hemtodixia o upirología, que es el vampirismo; lo que es la eritrofilia, excitarse con las personas que se ruborizan; lo que es la tapefobia, el miedo irracional a ser enterrado en vida... cosas interesantes...

Y aparecen personajes maravillosos, como Otto y su medio hermana Birgit, ambos policías en Berlín oriental, que son los que descubren que puede haber una relación entre las muertes de los 5 menores a los que nadie ha reclamado. También es estupendo Max, policía pero en Berlín occidental, amigo de la infancia de Otto, que colabora con él en la investigación.

Otto es un hombre maravilloso, con una filosofía muy particular: "¿Nunca te he dicho en qué se diferencia el capitalismo del comunismo? (...) En que en el capitalismo el hombre es explotado por el hombre y en el comunismo es justo al contrario".

Me ha llamado mucho la atención todo lo que cuenta de la Stasi en Berlín: "...a principios de la década de los ochenta, en la Unión Soviética existía un agente del KGB por cada seis mil habitantes, mientras que en la República Democrática Alemana la proporción era de un informante de la Stasi por cada siete ciudadanos". Debía de ser terriblemente agobiante pensar que te podía observar, analizar y denunciar cualquiera... Además existía la red de espías Romeo: "...agentes que explotaban sus encantos físicos para llegar al corazón - pasando previamente por la cama - de las personas susceptibles de convertirse en una fuente de valiosa información".

No sé si contar algo más porque podría revelar cosas que no quiero. Pero el libro hay que leerlo... es estupendísimo. A mí me ha encantado. Es muy, pero que muy recomendable.

Cierro con un par de citas de Carapocha. Una de ellas ya había aparecido en otro momento y estoy segura de que ya la reseñé porque me gusta mucho: "Todo lo mejor es lo peor cuando uno no sabe de qué lado está"

Y otra, para darle una pensadita: "La vida está llena de sorpresas y hay veces, no muchas ni tampoco pocas, que son buenas"

domingo, 2 de diciembre de 2018

Firmamento (Maxim Huerta)

Confieso que no sé muy bien por qué he leído este libro... La verdad es que me parece que el autor escribe bonito, maneja muy bien el lenguaje y sabe crear ambientes a lo que se ve trasladado el lector. Pero he de reconocer que me cuesta entrar en sus historias y me despisto mucho.

Pero soy seguidora suya en Twitter y, cuando me enteré que publicaba Firmamento, pensé que no estaría mal leerla y ver qué impresión sacaba.

Me reitero: escribe muy bien, muy agradable, pero  mí me sigue costando entrar y saber dónde quiere llegar el autor. Supongo que el problema es mío pero... me cuesta.

Para que nos hagamos una idea de la novela, dejo aquí lo que podemos leer en el propio libro: "En un hermoso hotel a orillas del Mediterráneo, el escritor Mario Bellver busca como acabar la novela de otro. Un día, la llegada de Ana Moteleón, que inicia sus apacibles vacaciones, viene a corregir el rumbo del verano... y de su historia".

Pinta muy bien pero es que no he conseguido conectar con los personajes y así... no puedo conseguir que me guste lo suficiente.

Claro, también he leído al inicio del libro un comentario (no recuerdo de quién pero es lo de menos) que me ha dejado loca: "Firmamento se multiplica en cada página, creando un universo, el de Ana y Mario".  Será así, no digo yo que no pero... "se multiplica en cada página..." no sé muy bien qué quiere deciros...

Eso sí, tiene cosas muy interesantes, como por ejemplo: "La manera moderna de mirar es ver fragmentos, por eso recortaban el horizonte en trozos del tamaño de la pantalla de cristal". Ya he dicho que escribe muy bien el autor... Pero es muy cierto... Nos pasamos la vida haciendo fotos, videos, todo imágenes fragmentadas... Y nos perdemos la realidad. Vamos a ver a nuestros hijos hacer deporte, representaciones teatrales o cualquier otra actividad y, en lugar de disfrutar del momento, sacamos el móvil o la cámara para verlo a través del objetivo... Sí, lo podremos volver a ver, cierto, pero no lo vamos a poder vivir en plenitud... Quizá debiéramos pensar un poco en cómo nos enfrentamos a las cosas (digo yo, claro, que es solo una opinión).

Me ha llamado la atención también una frase que a mí me ha sonado a una definición preciosa de la soledad: "...no me anima especialmente entrar en casa y tropezarme conmigo todo el rato".

No me atrevo a no recomendar la novela, porque de verdad que es muy agradable de leer. Así que lo dejo en un "no sabe, no contesta". Si a mí me dijeran esto, lo leería solo por tener una opinión personal...

Y cierro con una reflexión que me ha encantado: "La vida muchas veces es una novela, pero no le ponemos tapas".

viernes, 23 de noviembre de 2018

El manuscrito de fuego (Luis García Jambrina)

Sonaba bien, ¿verdad? Eso me pareció y por eso lo he leído... Y me ha gustado... Y mucho.

Está muy entretenido, es una época muy curiosa y nos lleva por Salamanca de tal manera que creo que me lo tendré que volver a leer cuando vuelva a pasar por esa ciudad tan agradable y tan bonita.

Para ponernos en antecedentes, nos vamos a situar en Béjar. Eso me ha gustado porque es un sitio encantador y porque unos muy buenos amigos de mis suegros (y nuestros) son de allí. Allí hemos estado en alguna boda y luego hemos pasado de vacaciones... Buen sitio, sí, señor.

El 2 de febrero de 1532 , Don Francés de Zúñiga es acuchillado en plena noche por unos desconocidos. Don Francés era el alguacil mayor de Béjar pero había sido durante años el bufón del emperador Carlos V. Su esposa, la emperatriz, encarga las pesquisas a Fernando de Rojas que encontrará ayuda en Alondo Jambrina (¡ojo al apellido!), estudiante en Salamanca.

Don Francés alegraba al emperador, sobre todo cuando le daban los ataques de gota, que le ponían de muy mal humor: "...la verdad era con frecuencia trágica y amarga, pero él la presentaba como una farsa para que fuera más soportable".

Me encanta porque al que lleva a cabo las pesquisas se le llama "pesquisidor" ¡Qué nombre tan precioso! Y, por supuesto, este Fernando de Rojas es EL Fernando de Rojas, el autor de La Celestina.

Fernando de Rojas ya había sido pesquisidor pero llevaba tiempo retirado en Talavera de la Reina, estaba felizmente casado y tenía 6 hijos. Así que, tiene que volver a Salamanca y se reencuentra con parte de su pasado: con Sabela, su antiguo amor y con la hija de un librero con el que él trataba mucho y que ahora cuida de los libros que la Inquisición quisiera ver desaparecer de la faz de la tierra.


La Inquisición... Aparecía en la reseña anterior y aparece ahora. Como dice Tomás Pérez, amigo de Fernando de Rojas, "¡Cómo es posible que Dios permita la existencia de una institución tan poco cristiana como el Santo Oficio!"

En uno de los desplazamientos de Fernando de Rojas pasa "...no muy lejos del pueblo de Guijuelo, donde le dieron de cenar jamón curado, ya que no había otra cosa en la despensa". ¡Qué cosas! Bueno, nuestro prota no era tonto y, tanto le gustó que pidió otro plato...

Otra cosa curiosa es que Alonso es un estudiante... "raro": "Soy criado del hijo de un hidalgo de Zamora. Asisto a las lecciones en su lugar, mientras mi joven señor se divierte con sus amigos".

Y Alonso, lector de su libro, se ofrece a ayudarle. Fernando de Rojas le explica en qué consiste su labor: "...se trata de explorar caminos que no conducen  ninguna parte, hasta encontrar aquel que, por fin los lleve a la verdad"

No puedo dejar de contar lo que ven cuando entran en la biblioteca en Salamanca; "...había una cartela, bastante intimidatoria, aunque, al parecer, no demasiado disuasoria, que decía que había excomunión contra cualquier persona que quitase o distrajere algún libro, pergamino o papel de esa biblioteca...". No tendría mayor importancia si no fuera porque yo tengo esa misma indicación en la pared de mi salón... ¡qué casualidad! Bueno, a mí no me quitan los libros. Si alguien se lleva alguno, se apunta en el cuadernito que tengo para eso y ya está. Cuando lo devuelven se tacha y listo...

En fin, que es un libro que merece la pena leer para pasarlo muy bien. La trama se entreteje y se complica a ratos, pero luego se va aclarando todo... más o menos... Y, por supuesto, nos vamos a encontrar la rana de la catedral de Salamanca...

Voy a dejar un refrán que me ha gustado mucho y que pondría los pelos de punta a Mafalda: "Siete virtudes tiene la sopa: quita el hambre y da sed poca, hace dormir y digerir, nunca enfada y siempre agrada y te pone la cara colorada".

Y cierro definitivamente con una reflexión muy interesante: "La risa, y no solo la razón, es lo que nos hace humanos"

Lo último que verán tus ojos (Isabel San Sebastián)

Lo cierto es que siempre me ha gustado lo que he leído de la autora, así que pensé que era una buena opción. Como siempre, sin saber nada de la trama de la novela (si no, no sería yo...)

Pero al empezar, casi me arrepentí... Me encontraba con una novela de judíos y nazis. No es que sea nada malo, para nada, pero es un tema tan manido que no me convence demasiado...

Y me equivoqué. La novela está muy bien y me ha gustado mucho. No es una novela al uso de las que tratan (de mejor o peor manera) el Holocausto. Es muy entretenida y se aprende muchísimo. Todo el tema está tratado con bastante delicadeza y, además, tiene momentos divertidos.

En realidad, el protagonista de la novela es un cuadro de el Greco que aparece en una subasta como caído del cielo ya que nadie había oído nunca hablar de él. Bueno, nadie, no: los lectores sabemos de dónde viene porque aparece al principio de la novela en casa de Judah Sofer, un abogado judío que va a ser llevado a un campo de concentración esa misma noche.

Esa noche, el 25 de noviembre de 1944 sería la última que verían sus ojos.

En el cuadro se representa Toledoth: "La ciudad sagrada de las diez sinagogas, de acuerdo con la tradición hebrea previa al segundo éxodo"-

Aparece entonces Philip Smith, un taxista de Brooklyn. Se presenta en el hotel en el que se aloja Carolina Valdés. Ella es "la primera autoridad mundial en el pintor renacentista Doménikos Theotokópulos, más conocido como el Greco". Philip tiene una foto de su abuelo en su salón con el cuadro al fondo y está convencido que el cuadro le pertenece y que debió de ser robado por algún dirigente nazi en Budapest, donde vivía su familia.

En un principio, no parece sencillo de creer pero Carolina se convence enseguida de que Philip lleva razón. Eso sí, no va a ser sencillo de demostrar. Hay mucho dinero en juego y se trata de una época en la que las transacciones no quedaban documentadas... Ni mucho menos.

La búsqueda de pruebas de la propiedad les van a llevar a Hungría y, posteriormente a España.

Vamos a conocer a un hombre, Ángel Sanz Briz. "Todo el mundo en Budapest sabía que el diplomático español era, junto a sus colegas de Suiza, Suecia y la Santa Sede, un activo defensor de los hebreos perseguidos". Yo no le conocía, pero al parecer, se ha hecho una película con su vida y tiene una calle en Madrid. De hecho es una avenida, y tiene la parada de metro de Laguna. Y también tiene calle en Zaragoza (que he estado haciendo averiguaciones). Y se lo merece...

De hecho, le fue concedida la distinción Justo entre las Naciones, por el Estado de Israel en 1966 pero el gobierno entonces no le permitió ir a recogerla (el mismo gobierno que no quiso intervenir en sus operaciones, aun siendo "aliado" de la Alemania nazi...). Esta distinción es "concedida únicamente a las personas no judías que durante el Holocausto salvaron vidas humanas"-

Se aprende muchísimo de Toledo y de el Greco, que Carolina sabe mucho de eso y lo cuenta muy bien... Además, se lo tiene que explicar a Philip, con lo que lo aprendemos también los lectores. Así nos enteramos de que el Greco era muy orgulloso y se creía por encima de todos sus contemporáneos, incluso de Miguel Ángel... Y que no vendía sus cuadros, los dejaba en depósito para poder recuperarlos posteriormente si quería (y podía pagarlos de nuevo).

También aprendemos más de los judíos, de la secta jasídica, en particular, que es a la que pertenecía la madre de Philip. Una secta peculiar (como todas, claro) que marcó a Philip y que condicionó a su familia.

Y pasa un poquito por la Inquisición y sus cosas... Y cómo se quemaron muchos herejes en toda Europa pero parece que solo fue en España donde se cometieron barbaridades.

No puedo seguir mucho más, pero hay que leer la novela porque es muy, muy, muy interesante. Hay muchas cosas que ver y muchas reflexiones a tener en cuenta. El holocausto es un momento tan triste de la historia de la humanidad que cualquier cosa que se lea sobre el tema, da mucho que pensar.

Dejo aquí una reflexión entre muchas que se podrían usar como cierre: "El dogmatismo, el fanatismo, el racismo o la irracionalidad son mucho más dañinos que la codicia, del mismo modo que el amor, la felicidad, la lealtad o la verdadera belleza no se consiguen con dinero".

jueves, 22 de noviembre de 2018

Konets (César Pérez Gellida)

Cierto: soy gellidista, no lo puedo evitar... Así que pedí que me regalaran este libro por mi cumple. Es el final, el colofón de las dos trilogías y Khimera. Tenía que cerrar y ha sido con esta nueva novela.

Por supuesto, me ha gustado muchísimo. He de decir que me ha dado un poco de miedo... Igual que me pasó con Khimera. El escenario es un poco apocalíptico pero no deja de ser factible, con lo que da más miedo todavía.

Nuestro principal protagonista es Olek Opiekzionek y le vamos a conocer cuando se adolescente y cuando ya es más maduro. Entre tanto, han sucedido los hechos de Khimera...

Olek ha contado toda su vida con un hada madrina, ya que ha sido criado por sus abuelos y no ha conocido ni a su padre ni a su madre. Ese hada madrina es Kusalka, que resulta ser... sí, Erika Lopategui (siento si he hablado de más). "Rusalka es el nombre en clave por el que se conoce a la persona que está dirigiendo un proyecto de investigación multidisciplinario llamado Khimera, que cuenta con el apoyo y financiación del Kremlin". "El fin último de Khimera no es hacer la guerra, sino evitar que las consecuencias de la misma devasten el planeta y borren la civilización tal y como hoy la conocemos". Por eso me da miedo... Si se leen las dos novelas, no es tan descabellado...

En esta novela nos vamos a encontrar con relaciones con la Congregación de los Hombres Puros... (agggggg) y con Augusto Ledesma, que pone carne de gallina solo con leer su nombre.

Eso sí, llega uno a la página 302 y lee: "Hay que joderse" y se ilumina todo un poquillo más... No lo puedo evitar, Ramiro Sancho es mi personaje favorito... En este momento, es Inspector General de la Interpol y tiene dos hijas, Asia y Greta.

Hay muchas cosas muy interesantes, y que dan que pensar mucho: "Si uno siembra toda la huerta con la misma semilla, no puede esperar que la cosecha sea variada".

He aprendido lo que es el síndrome de Harper-Matthews, el mal del murciélago: "El término aludía al hábito consistente en permanecer conectado a las redes durante largas temporadas evitando el contacto con la realidad: como murciélagos colgados en su cueva". No sabía yo que esto tenía nombre...

Podría seguir muchísimo pero no puedo dejar de contar las cuatro verdades: "La existencia es, en sí misma, sufrimiento. El origen del sufrimiento es el anhelo, el apego y la ignorancia. El sufrimiento se extingue eliminando lo que origina y, para ello, hay que seguir los ocho caminos de la nobleza: comprensión, pensamiento, palabra, acción, ocupación, esfuerzo, atención y concentración".

Hay que leerlo, de verdad que sí... Es el colofón a toda una serie fantástica que me ha tenido enganchada completamente. Me ha encantado.

Y cierro con una frase que me ha hecho pensar... "Vivir sin sueños ni ambiciones no es vivir, es sobrevivir".

miércoles, 21 de noviembre de 2018

El Cid Campeador - Simplemente Rodrigo (Carlos del Solo)

Mi amigo Paco, que me conoce bien, me regaló este libro por mi cumple. Lo tenía fácil, era éxito seguro... Y, además, venía firmado por el autor, que también me deseaba feliz cumpleaños...¡lo tenía todo!

Es estupendo. Lo he disfrutado muchísimo. Vale, de acuerdo, todos sabemos que al final se muere... La historia del Cid nos la sabemos muy bien. Yo, hasta sabía que lo de doña Elvira y doña Sol era mentira, una invención de El cantar del Mío Cid. Porque realmente sus hijas se llamaban Cristina y María.

Pero el hecho de conocer la historia no hace al libro menos interesante. Es una versión fantástica, vista desde el Rodrigo humano. Me encanta cómo se preocupa en todo momento por su madre que es un personaje olvidado en cualquiera de las otras versiones que yo había leído.

En realidad, es un libro en el que nos damos cuenta de cuáles eran las relaciones y las preocupaciones de un hombre que es leyenda para todos nosotros. Y para todos sus coetáneos... Porque ya era un ídolo cuando vagaba el pobre por la Península, tratando de encontrar señor al que servir, sin querer agraviar a su verdadero señor, al rey de Castilla.

También vemos en el libro cómo estaban las cosas en aquellos momentos. No era nada fácil vivir por la Península, la verdad. No había sitio en el que se pudiera estar tranquilo. Los reyes se iban pegando unos con otros. Unas veces era por causas razonables pero otras, la verdad, era un poquito porque sí, o por sus santas narices (por no decir otra cosa mucho más fea que quedaría fatal aquí)

La historia comienza en 1063 justo antes de que Rodrigo fuera nombrado caballero por Fernando I de León, Castilla, Galicia y Portugal. Rodrigo era muy amigo de Sancho uno de sus hijos y se había criado en la corte con él.

Pero el rey, cuando murió repartió su reino entre sus hijos y la lió... Porque los hermanos se llevaban regular, por decirlo suavemente.

Además, había pequeños reductos musulmanes que rendían tributo a uno u otro rey para que los protegieran. Y también iban cambiando en función de los días, de lo que les ofrecieran, de las rebajillas en lo que tenían que pagar...

Y, claro, también había gente que tenía que trabajar la tierra en medio de todo ese batiburrillo. Ahora lo dejas todo y te vas a la guerra, ahora guerrean por aquí y te destrozan todo, ahora estamos tranquilos pero llega el señor y se lleva nuestras cosas... ¡vaya vida!

Nos cuentan también por qué le llamaban Cid Campeador... Fue Campeador al vencer al adalid navarro en una "tregua de Dios" y fue Cid, gracias a los musulmanes: "Nosotros cuando nos referimos a un señor, ya sea por nobleza o por comportamiento, en nuestra lengua la palabra suena "Cid". Por ello, al menos para mí, cuando os recuerde seréis Don Rodrigo Díaz, el Cid Campeador".

También aparece la famosa frase de Al-Mutamán, rey de Zaragoza: "¡Qué buen vasallo sois! ¡Ay, si tuvierais buen señor!".

Hay  muchos momentos que me han gustado mucho y he conseguido identificarme con Rodrigo en muchos momentos. De verdad que merece la pena dedicar un tiempo a su lectura. Se lee de maravilla, se aprende mucho y da mucha pena llegar al final...

Dejo una reflexión que me ha gustado mucho y que debe hacernos pensar: "Todo tendrá una explicación y, con el tiempo, seguro que la averiguareis. Es posible que el mismo Dios os quiera dar algún tipo de mensaje con todo esto que os está sucediendo o quizás tenga planes para ti".

Qué vas a hacer con el resto de tu vida (Laura Ferrero)

Este libro sí que no sé por qué lo leí... No es que me llamara especialmente la atención el título, pero... lo empecé. Y cuando empiezo, no soy capaz de dejar un libro a medias. Esa es mi perdición...

Y este... no sé muy bien qué me ha parecido. La verdad es que sí me ha gustado, pero no he conseguido conectar completamente con los personajes y eso me ha hecho mantenerme un poco más al margen de lo que necesito para que una novela me encante.

Lo primero, el título es un verso de un poema de Adrienne Rich que le gustaba mucho a la madre de la familia que protagoniza la historia. Me he molestado en averiguar que es cierto. Y lo he tenido que buscar porque en esta novela, como en muchas otras, los personajes leen a algunos autores que son están al alcance de los simples mortales como yo...

Nuestra protagonista es Laura y toda su familia. Su padre es un poco especial... Román llegó a Ibiza en 1982 y se marchó en 2015. Toda su vida ha girado en torno a las islas... ¡qué curioso! "La disputa acerca de lo que era o no una isla duró muchos años y hoy sigue siendo un debate irresoluble". Trabajaba para el Consejo Científico Internacional para el Desarrollo de las Islas y para él los límites eran una obsesión: "La línea que marca la diferencia entre lo que es y lo que no es".

Laura es editora y lleva mucho tiempo en Barcelona... pero hay un hecho que hace que marche a Nueva York, rompiendo con toda su vida, al igual que su padre, que decide irse a Socotra, una isla de Yemen... ¡alucinante!

Faltan dos miembros más de la familia: Adriana, la madre y Pablo, el hermano. A mí es el que más me gusta de todos, la verdad, pero es un poco especial: "..él habitaba en un lugar distinto al nuestro, su cabeza se le llevaba y ahí dentro ocurrían cosas que nosotros no veíamos". A los 12 años había intentado suicidarse y eso marcó su vida y la de los que le rodeaban...

Siempre he dicho que de mi familia no se podría escribir un libro porque somos demasiado normales. Pero aquí se dice algo que me parece muy ilustrativo: "Una familia compuesta por cuatro islas, encerrada dentro de otra isla: Ibiza" .Y eso no es una familia, o no lo que yo creo que debería ser una familia. Estoy de acuerdo en que cada uno debe de ser individual e independiente, pero debe de haber algún nexo de unión. Si no, no es familia... Tiene que haber istmos por alguna parte que haga que cada uno sea una península, unido con el resto.... Es imprescindible.

Hay cosas curiosas: "Pablo había nacido con esa misión universal y redentora de los hijos que vienen a arreglar matrimonios que no se sostienes". ¡Cuántos hijos tienen esta misma misión y qué pocos pueden cumplirla! Y no es por su culpa... Un matrimonio no se soluciona con un hijo más, ¡qué va! Probablemente, lo que ocurra es que se deteriore un poco más...

En la novela van pasando muchas cosas, intercalando momentos del pasado con el presente... Mezclando sentimientos con hechos reales...  Todo está muy bien escrito, pero a mí me ha parecido muy distante... Solo me parecen reales Diego y Lucas. Ellos sí que anclan todo aunque aparecen poco...

Pero hay cosas que sí que me han gustado: "Los emails son cobardes. No hay nadie real ahí enfrente, sino una pantalla con la que interaccionar y editar el texto veinte veces hasta que has depurado tanto lo que querías decir que es una sombra de los que era". Cuando lo estaba leyendo me ha parecido una de las mayores verdades que he leído últimamente... ¡Qué fácil es escribir un mail y qué difícil coger el teléfono! Bueno, no es que sea difícil, es que hemos perdido la costumbre...

Otra cosa que me ha encantado y me ha hecho reír es la dedicatoria que pusieron en una tarjeta de cumpleaños para Pablo: "Sabes que te estás haciendo mayor cuando las velas de tu tarta contribuyen al calentamiento global".

Voy a cerrar ya. No me queda muy claro si debo o no recomendar la novela... Se lee muy bien pero no me ha resultado fácil... Eso sí, me tranquiliza saber que mi familia es más sencilla. Y cierro con un pensamiento que sí es muy interesante: "Siempre he pensado que lo importante es hacer lo que cuenta en el momento que cuenta".

martes, 20 de noviembre de 2018

Memorias de Escipión Emiliano (José Enrique López)

Este libro tenía que ser un éxito sí o sí... Y lo ha sido... Me ha encantado. Lo he saboreado, he aprendido muchísimo y me ha dado una pena tremenda tener que cerrarlo cuando lo he terminado.

Para ponernos en antecedentes, he de decir que soy "muy fan" de Escipión Africano. Desde hace tiempo, cuando leí la historia de este Gran romano (he puesto Gran con mayúscula a propósito), me ganó para su causa. Si yo tuviera una buena memoria, me acordaría de todo lo que leí y de todo lo que he leído sobre este hombre y su relación con Aníbal. Es uno de los momentos que más me llaman la atención de la historia universal... Vaya dos personajes. Aníbal mató a Escipión en Cannas pero: "Aníbal buscó su cadáver y no permitió que yaciera insepulto".

Así que, ahora me encuentro con Escipión Emiliano: "Soy el senador Publio Cornelio Escipión Emiliano. Nacido en el seno de la gens Emilia y adoptado por la gens Cornelia".

"El general Escipión Emiliano, el más insigne ciudadano de la Roma de la segunda mitad del siglo II a.C., recoge en estas memorias sus cincuenta y seis años de una vida dedicada a la búsqueda del bien común por encima del beneficio personal". Con esto queda dicho todo... Esto es un ídolo y lo demás son tonterías...

Una de las cosas que he aprendido es que, si una familia romana iba a perder el apellido porque no había descendencia, adoptaban un hijo y así el apellido podía continuarse. En este caso, a nuestro protagonista le adopta su primo Publio Cornelio Escipión, que, a la sazón, era hijo de Escipión Africano, MI Escipión.

¡Madre mía! Hay tantas cosas que me han encantado que no sé muy bien por dónde empezar... ¡qué agobio!

Voy a dejar la opinión de Publio sobre los políticos: "Creía que el hombre que e dedicase a la política debía ser un ciudadano honorable, un espejo en el que mirarse los jóvenes, azote de corruptos, censor de la molicie, acusador de traidores y enemigo declarado de aquellos que intentasen socavar el poder del senado y del pueblo de Roma". Yo lo dejo aquí por si esto le llega a alguno de nuestros políticos (a cualquiera, independientemente del color, porque son todos iguales). Tienen mucho que aprender, la verdad.

En sus memorias, nos va dejando cómo ve él la vida, los sentimientos, la amistad, el amor, la guerra, la política... Todo lo que siente en cada momento. Y así le vamos descubriendo poco a poco. Y, claro, como decía yo antes, que es un hombre increíble, modelo para cualquiera.

Publio tiene un grupo informal con su hermano Quinto y sus amigos Lelio, Lucilio, Panecio y Polibio. Se reúnen en la casa de campo que tienen en Lavernium: "Nuestra intención es recuperar de algún modo las virtudes de la Roma eterna. Sin olvidar la humanitas, la preocupación del hombre por el hombre". Las reuniones del grupo son increíbles... Y todos los miembros son maravillosos...

Pero quiero remarcar un personaje fantástico que aparece al principio, Aulo Estacio, el hombre que contrata su padre para formar a Quinto y a Publio... Es increíble. Pensaba incluir aquí las lecciones que les da cuando están aprendiendo a luchar pero me iba a alargar mucho, porque hay 9 lecciones que deberíamos todos imprimir y colocar en la pared para verlas todos los días. Solo voy a dejar un par de ellas: "Tu furia es el mejor aliado de tu adversario" y "Antes de entablar combate, conoce tu fuerza y la de tu enemigo".

Y... ¡qué majo es! Cuando le mandan a Hispania por arreglar las cositas de Numancia y eso, dice: "Si los dioses decidieran vivir con los mortales, sin duda elegirían Hispania como morada". Si es que hay que quererlo...

Claro que también es por que tiene un padre estupendo, Lucio Paulo, que le dice cosas como: "Así es la guerra, Publio. Hace aflorar lo mejor y lo peor que hay en los hombres. Prometeo nos esculpió demasiado parecidos a los dioses. Somos capaces de las más bellas creaciones y de las más atroces acciones".

Cierro ya, que con esto me emociono... ¡Cómo me gustan a mí los romanos! Sobre todo algunos, claro... ¡Ah! me ha encantado que Quinto y Publio tenían un pollino y Quino quería ponerle por nombre Bucéfalo, como el caballo de Alejandro Magno. No tendría mayor importancia si no fuera porque mi compañera Elena es una fanática de Alejandro (como yo de Escipión, pero con mucha mejor memoria) y nos ha hecho saber en muchas ocasiones (por si no lo sabíamos ya) quién era Bucéfalo.

Ahora sí cierro, con una frase en una de las obras de Plauto, sin dejar de recomendar otra vez estas memorias de Publio Cornelio Escipión: "La peor de las desgracias es el tener que experimentar que la verdad es vencida por la violencia".

lunes, 19 de noviembre de 2018

No eres mi tipo (Chloe Santana)

De acuerdo, lo sabía, el libro era lo que cabía esperar con el título pero... tenía que viajar y pensé que esto estaría bien.

Se deja leer, eso es cierto,... pero no se puede recomendar. Vaya, se lee, se cierra y... ¡a otra cosa, mariposa!

Nuestra prota es Ana de la Rosa, a la que llaman Ana la Bocazas. Tiene 25 años, quiere ser escritora y ha dejado su trabajo como cajera de un supermercado: "Tengo un gato llamado Apolo, escribo en mis ratos libres y acabo de encontrar un empleo como secretaria del señor míster Simpatía".

Lo mejor que tiene nuestra chica es que su gato se llama Apolo, como el que tenía mi marido en su casa. Yo no le llegué a conocer pero debía de ser un elemento simpaticón.

Es que, la verdad, se puede decir muy poco del libro. Es un novelón... Es entretenido a ratos pero perfectamente predecible.

Ana comparte piso con Maca y esta pobre se tiene que encargar de vez en cuando de su hermana pequeñaja, Flor, que no hace más que dar guerra.

El mejor de todos es Javi, el chico de recepción de la empresa en la que empieza a trabajar Ana. Es encantador. Le manda a Ana un mail cuando sube Silvia, la "novia" del jefe, que es genial: "De los creadores de Mi jefe tiene un palo en el culo y Si sonríe se autodestruye, llega La típica cazafortunas capaz de arrancarte un ojo si te interpones en su camino".

No lo he dicho, pero el Sr. Ángel Ferrer, el jefe, es un poco estirado y desagradable, lo que nos hace suponer a todos que van a terminar juntos... es más que obvio. "Suele llegar el primero, se encierra en su oficina, hasta que se harta y entonces sale a ladrarle a todo el mundo".

Tampoco he contado quien es Pepe. Es el diario de Ana. Ella escribe pero en vez de decir el manido "querido diario", le llama Pepe... Y Pepe va a tener un papel fundamental en el desenlace de la novela. No lo puedo contar porque, con lo predecible que es, si cuento esto también, lo estropeo definitivamente.

Y cierro ya. Es un libro de playa (o de viaje en avión, que también es una buena categoría). Se deja leer pero nada más.

Eso sí, hay un pensamiento de Ana que sí me ha gustado porque me identifico bastante con ella: "A veces creo que vivo en un mundo paralelo. Pero no porque me meta cosas raras, ojo, sino porque en ocasiones no me entero de nada".


domingo, 18 de noviembre de 2018

En la casa del guarda (Julie Klassen)

Por alguna razón, este libro me atraía. Obviamente, como siempre, lo elegí sin saber nada porque no había leído nada sobre el tema, ni sobre la autora... como siempre me pasa, claro.

Y me ha gustado, lo he pasado muy bien.

Después de leerlo, he descubierto que la autora es una gran admiradora de Jane Austen y algunos de los personajes de este libro son el reflejo de otros de sus personajes. Ahora queda muy bien que yo lo diga pero, desde el principio, esta novela me recordó a Mansfield Park, de verdad, de verdad... Y a mí, esas novelas me gustan, las disfruto mucho,...

Y, tras esta introducción, paso a contar un poquito de esta, que es de lo que se trata.

Nuestra prota es Mariah Aubrey, una muchacha maja, a la que su padre invita amablemente a marcharse de casa por un "desliz" en un determinado momento. El Sr. Aubrey no estaba dispuesto a "aprobar su comportamiento, ni a reducir de ninguna manera su deshonra". Si el padre avanzara en el tiempo y se plantara en 2018, le daba un algo al pobre... Hay que ver cómo cambian los tiempos (y cómo hemos avanzado las mujeres).

En fin, que la muchacha se va a la casa del guarda de Windrush Court, la finca de su tía, la Sra. Prin-Hallsey, que es de lo más peculiar... Un elemento, la señora. Y se va acompañada de su amiga y dama de compañía, la Srta. Dixon (Susan).

Como toda novela que se precie, tiene que enredarse un poco. Y aparecen otros personajes interesantes. Por un lado, el chico bueno, majísimo, interesantísimo, que es nuestro capitán Matthew Bryant, que alquila la hacienda. Y su amigo William Hart, que es encantador. Fue herido en una batalla cuando estaba a las órdenes de Matthew y va a pasar con él una temporada.

También hay malos, claro, como Isabella Forsythe, que es tontorrona pero tiene enamoradísimo a nuestro capitán. Pero, esta prometida con James Crawford, que es malo de los de verdad (y me cae fatal...).

Hay muchos más personajes, pero muchos, que entrelazan historias distintas y que resultan muy entrañables, como las gemelas Agnes y Amy Merryweather, que viven en Honora House, una casa de caridad que está al lado de la casa del guarda... Son estupendas... Una de las frases de Amy me ha encantado: "Ninguno de nosotros transitamos por esta vida sin meternos en algún que otro embrollo, o sin cometer errores, grandes o pequeños. (...) Pero hay que saber superarlos, aceptando la bondad, la ayuda y el perdón de Nuestro Señor".

No puedo contar nada porque es una novela serena en la que pasan muchas cosas, unas predecibles, otras no, pero todas interesantes. Eso sí, sin agobios, sin estrés, pero dejando un maravilloso sabor de boca cuando una termina de leer. Es muy recomendable.

Cierro ya, con una cita de Anatole France que la propia autora incluye al principio de uno de los capítulos: "Probablemente, la suerte sea el seudónimo que utiliza Dios cuando no desea firmar con su nombre un trabajo".

domingo, 11 de noviembre de 2018

Dios es joven (Francisco)

Menos mal que cuando una elige un libro "malillo" tiene la opción de leer después algo que cubre lo que dejó vacío el anterior...

Este es un libro estupendo de leer (y de releer en algún otro momento)

Tengo que confesar que el autor me tiene entregada... Me gusta mucho este Papa, no lo puedo evitar: es un hombre agradable, cercano, que transmite muy bien y que ha puesto el amor por delante de todo lo demás.

Aquí tiene una conversación con Thomas Leoncini, escritor y periodista de solo 33 años, que está convencido de que el Papa produce una gran fascinación entre los jóvenes tanto creyentes como no creyentes.

El Papa hace un repaso por casi todo, para convencernos de que, al igual que los jóvenes, Dios es espontáneo, inspira espíritu de cambio, irradia energía...

Nos cuenta hay 15 enfermedades muy peligrosas para el hombre y las analiza una a una. Como no voy a alargarme más de la cuenta, diré que algunas de ellas me ha llamado mucho la atención, como "consumir consumo", "la cara fúnebre" o "la excesiva laboriosidad". Con esta me ha acordado mucho de mi amiga Margarita, que siempre dice que somos muy "Martas" y muy poco "Marías"... ¡qué gran verdad!. También lo dice el Papa: tenemos que dejar un poco de ser Marta, siempre haciendo y haciendo, sin poder parar, y ser un poco María y prestar atención a lo verdaderamente importante.

Pasa por muchas cosas, la verdad y no soy capaz de ponerlas todas de forma escueta en esta reseña pero me ha llamado la atención lo siguiente: "Quien gobierna debe aprender a mirar hacia lo alto solo para hablar con Dios y no para jugar a ser dios. Y debe mirar hacia abajo solo para levantar a quien ha caído". No sé si es mi impresión personal, que puede ser, pero creo que nuestros gobernantes no son así, sean del color que sean... Lo de "levantar a quien ha caído"... uffff.

Y otra cosa muy impactante que nos dice: "También por esto quiero insistir en que sin sentido del humor es muy difícil ser feliz; tenemos que ser capaces de no tomarnos demasiado en serio".

Al hilo de esto voy a dejar una reflexión de Chesterton que nos recomienda en mismo Francisco, sin dejar de recomendar este librito que es cortito, agradable, que serena el espíritu cuando se lee, y que pide que se vuelva a leer de vez en cuando: "La vida es una cosa demasiado seria para ser vivida seriamente."

A todos los chicos de los que me enamoré (Jenny Han)

Es verdad: no siempre se puede acertar cuando se elige un libro. Y esta vez no he acertado.

Además, las notas que tenía se han borrado. Pero no hay que agobiase: más se perdió en Cuba y aquí estamos...

Como no hay mucho que reseñar, no se ha perdido mucho, la verdad.

La historia nos narra la vida de las hermanas Song (que en realidad se apellidan Covey: Song era su madre). La mami falleció cuando la mayor, Margot, tenía 12 años; Lara Jean, 10; y Kitty, la pequeña, 3.

Ahora ya tienen 5 años más... Lara Jean, nuestra prota principal, tiene un secretillo: ha escrito cartas a los chicos de los que se ha enamorado a lo largo de su vida (¿15 años?) pero no las ha enviado. Esrán guardadas en una cajita, eso sí, con la dirección puesta y todo.

Y, de repente, esas cartas aparecen en un buzón y llegan a sus destinatarios...

Parafraseando a Bugs Bunny: "Eso es to - eso es to - eso es todo, amigos". A mí no me ha dado para más... Conocemos a los amigos, a la familia, qué es lo que hacen cada día... pero nada más.

Se me ha hecho largo, y eso que no lo es... Y me he equivocado. Con la cantidad de libros que hay para leer en el mundo, he perdido un poco de tiempo en leer este. He de decir en mi defensa que me di cuenta enseguida pero no me gusta dejar los libros sin terminar.

¡A por otro!

Los lunes en el Ritz (Nerea Riesco)

Sonaba bien el título, así que, con mi habitual criterio, decidí leerlo... Y me ha gustado. Está muy bien.

Es de estos libros que relatan muchas historias paralelas, de las que se pueden sacar muchas enseñanzas, tanto de culturilla general como para crecer un poco interiormente, si se me permite la chulería.

Entramos en la historia en 1929, cuando nuestra principal prota, Martina Romero, puede asistir por primera vez a un baile en el Ritz y conoce a Bosco.

Ya nos hemos situado en el tiempo y en el espacio. Ahora contaré que Martina es la hija del director del Ritz, don Paco, y de Eveline, una mujer dulce, tranquila, cariñosa,... También tiene un hermano, Fran, que va dando unos poco bandazos a través de la historia.

Lo curioso es que cada uno de los personajes tiene su propia historia... Francisco Romero, don Paco para los amigos "era tímido, temperamental e hincha del Real Madrid". Y estaba convencido de que "...un director de hotel debía regirse por los mismos cánones que un diplomático: pensar dos veces antes de hablar, para finalmente no decir nada". Una cosa que me ha llamado la atención es lo que le contaba siempre a Martina: "Mi padre siempre dijo que fue su madre la que desenvolvió la baraja, mezcló y repartió las cartas de su destino, pero que él fue el encargado de jugar la mano". Si uno lo piensa un poco, es una gran verdad.

No me quiero entretener tanto en cada personaje, la verdad, porque me alargaría muchísimo, pero es que don Paco me ha llamado mucho la atención.

Martina era sinestésica: asociaba colores con sonidos. Y era una auténtica artista. Así que la mandaron a estudiar a París, para separarla de Bosco, con razón más real y para que mejorara su técnica, como razón "oficial". "La sinestesia era considerada entre sus maestros franceses como un don del que gozaban artistas tan prodigiosos como Vasili Kandinski, que era capaz de plasmar en sus obras pictóricas las notas musicales que oía en su cabeza".

Mención especial para la Asociación de Damas de la Caridad de San Vicente de Paúl, formada por Eveline y sus amigas Piluca y Talita. Esta última es marquesa y la primera había sido actriz 15 años atrás y era conocida como la bella Piluca. La cosa es que estas tres mujeres, junto con Martina, tomaba en té y ayudaban a toda la gente que las necesitaba. Eso sí, un poco clandestinamente, porque estaban en un nivel de la sociedad en el que no podían darlo a conocer...

Contaban con la ayuda del padre Eugenio que es, sin duda, el mejor personaje de la novela. Un hombre entregado a los demás al 200%. La mayoría de las cosas que dice son para enmarcarlas y leerlas todos los días: "El cristianismo es apolítico. Son los hombres los que se empeñan en llevárselo a su terreno. Él dejó bien claro que Su reino no era de este mundo. No dejéis que os arrebaten la fe. La fe es la fuente de la realidad porque en la vida, creer es crear. Hasta los ateos necesitan a Dios para poder negarlo".

Dada la fecha en la que se inicia la historia, es evidente que vamos a pasar por la Guerra Civil... Y todo lo que eso conlleva y la cantidad de gente que necesita de los demás en momentos como ese... De acuerdo con el padre Eugenio: "La guerra es una derrota de la humanidad. Una escabechina entre gentes que no se conocen para provecho de unos pocos que sí se conocen pero que no tienen el valor de enfrentarse cara a cara".

No me alargo más... Es una novela muy agradable, muy entretenida y creo que no dejará indiferente a nadie.

Cierro con otra reflexión del padre Eugenio que se hace realidad todos los días en las noticias: "La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se está a su serivicio".

jueves, 1 de noviembre de 2018

La novia gitana (Carmen Mola)

Compramos el libro el La Feria del Libro, cuando aún no había oído hablar de él. Y lo fui dejando para leerlo con calma en las vacaciones (los libros en papel me gustan mucho más que en formato electrónico, pero pesan mucho más y voy caminando a trabajar todos los días...). Cuando iba a leerlo, se me adelantó mi marido (vale, sí, él fue quien quiso comprarlo...) y tuve que esperar un poco más todavía.

Pero mereció la pena: me ha gustado mucho. Merece la pena leerlo. Es una novela de intriga de las que dejan poso cuando se cierra el libro. He leído en una crítica que "tiene una estructura sólida". Si se me hubiera ocurrido a mí, estaría estupendo. Pero no tengo tanta capacidad: a mí me parece que no cojea y que está muy bien hilada.

Me he enterado después que Carmen Mola es el pseudónimo tras el que se "esconde" el/la verdadero/a autor/a... Pues me parece muy bien... sea quien sea, mi más sincera enhorabuena.

Y, además, me quedo muy contenta porque estoy segura de que va a haber más entregas de la inspectora Elena Blanco... Mucho me sorprendería que no las hubiera: y yo las leeré, por supuesto.

Tras tanto preámbulo, voy a contar que nos encontramos con Susana Macaya muerta... ¡otro asesinato! Lo curioso es que está a punto de casarse. ¿Por qué es curioso? Porque su hermana Lara también fue asesinada cuando estaba celebrando su despedida de soltera. Y las dos mueren de una forma muy macabra: "Dos hermanas muertas a punto de casarse con la cabeza llena de gusanos".

Lo cierto es que es desagradable porque a las dos les introducen gusanos en la cabeza, larvas de Cochliomyia hominivorax (¡olé!) que son muy vorace y se alimentan de tejidos vivos. No es que sea muy enternecedor, la verdad, pero como dice Buendía, el forense: "Si no quieres ver guarradas, dedícate a la decoración de interiores; eres policía, recogemos la mierda de la sociedad".

Antes de seguir tengo que decir que Susana me ha caído muy bien desde que he leído: "Todo el mundo encuentra ridículo que Susana escriba los wasaps siguiendo fielmente las instrucciones de la Real Academia, sin faltas, sin abreviaturas, respetando los signos de puntuación". Esta es de las mías, de las que ponen en los mensajes los signos de apertura de exclamación e interrogación... Somos la resistencia...

Vamos a conocer a la BAC, Brigada de Análisis de Casos, cuya jefa es la inspectora Elena Blanco y los miembros son Orduño, que viene de los Geos; Chesca, que era agente de la Brigada de Homicidios y Desaparecidos; Buendía, el forense; y Mariajo, la experta en informática, muy curioso porque está fuera del cliché de informático, al ser una mujer de más de 60 años.

La BAC son un "departamento especial del cuerpo que e encarga de investigaciones que se tuercen, unas veces por incompetencia e los policías que las llevan, o porque se sospecha que haya interesas personales de los agentes; otras, simplemente porque se han ido embarullando de tal manera que es difícil deshacer los nudos". Y este caso se lo dan a ellos y van a contar también con el subinspector Ángel Zárate, a quien le habría correspondido el caso si no hubiera nacido ya tan complicado.

Vamos a ver cómo irrumpe en la escena la comunidad gitana ya que las chiquillas son medio gitanas (padre) y medio payas (madre). Por cierto, Sonia y Moisés, esos padres... ¿qué pensarán? Es lo primero que se me vino a mí a la mente. Luego nos cuentan lo que piensa Sara en un momento dado: "Se pregunta hasta dónde llega la responsabilidad de una madre, en qué momentos hay que dejar a los hijos volar solos, sin la mirada vigilante y la tutela obsesiva". Y ahí estoy yo, otra vez, pensando en mis dos adolescentes a los que yo veo como dos bebés aunque ya tengan 19 y 17 años... Siempre se me van los ojos a estas frases...

La trama se va complicando y se mezcla con la vida personal de la inspectora, cómo no. Pero está muy bien entrelazado, la verdad. Y aparecen luego religiones olvidadas y ritos oscuros... Todo muy impactante. Hace que estés deseando llegar al final pero quejándote a la vez de que se termine...

No me alargo más. Cierro esta vez con un pensamiento de Juanito, el camarero rumano del bar al que va de vez en cuando la inspectora a comerse un bocata: "Retrasar las cosas es mantener los nervios dentro del estómago más tiempo del necesario"

Morir no es lo que más duele (Inés Plana Giné)

Me llamó mucho la atención el título del libro y, la verdad, me ha gustado más de lo que esperaba.

Voy a trasladar aquí lo que dice el propio libro sobre el tema, para que nos pongamos en situación: "Un hombre aparece ahorcado en un pinar a las afueras de Madrid, con los ojos arrancados de cuajo. En uno de sus bolsillo se halla un misterioso papel con el nombre y la dirección de una mujer: Sara Azcárraga". Promete, ¿verdad? Pues, además, cumple.

Nuestro prota va a ser Julián Tresser, 45 años, teniente de la Policía Judicial de la Primera Compañçia de la Guardia Civil de San Lorenzo de El Escorial. Es un hombre un poquillo atormentado, pero muy interesante y, por supuesto, como cabía esperar, me ha caído de maravilla. Su mujer le había abandonado 9 años antes de los hechos cuando llevaban 2 años casados, porque no podía adaptarse a su vida y su trabajo.

Por supuesto, otra prota es Sara Azcárraga, 40 años y una mujer muy, muy especial. Es correctora, muy inteligente pero está aislada del mundo: "No soportaba el contacto físico por mínimo que fuera, con otros seres humanos". Eso sí, cuando pone la música de Los Carpenters y dice que The end of the world es una de sus favoritas, a mí me ha ganado para su causa.

Y, cómo no, Tomás García Huete, de 54 años, el fallecido, un profesor de Lengua y Literatura en un colegio público de Uvés.

Vamos a encontrarnos con otros muchos personajes y con sus historias personales. Porque en esta novela, la historia principal, con su asesinato y sus cositas, se entrelaza maravillosamente con otras historias paralelas: la del cabo Guillermo Coira y su novia Lola; la de Raimundo Garrido, el vecino de Julián y su gata Greta; la de Halcón, Búho y Luba; la Gherardus, Marija y el propio Tomás; la del grupo la Rosa Blanca...

Parece muy complicado pero luego todo va encajando... De verdad...

He encontrado muchas cosas que me han hecho reflexionar. Una de ellas, que me toca muy de cerca por aquello de ser madre de dos adolescentes: "¿Pero cuántos progenitores no perciben o no saben percibir las señales de socorro de un hijo en apuros? Muchos. A veces lo que queremos ver oculta lo que realmente es". A mí estas frases, así, entresacadas de un libro, me dan más miedo que cualquier película de terror (de las que no veo, porque no me gusta el cine y el de terror, mucho menos). Esto sí que me hace pensar... y me asusta mucho.

Otra cosa que me ha dado que pensar: "Décadas atrás, y lo peor es que seguía sucediendo en la actualidad, la violación era percibida como un acto vergonzoso y solía quedar sepultada bajo el silencio impuesto por los familiares de la víctima, que preferían renunciar a la justicia antes que someter a las hijas o a las esposas a una nueva violación, la de su intimidad". Es duro, pero cierto. Cuántas habrán quedado sin denunciar ante la justicias y cuántas más habrán quedado en el silencio de las propias víctimas... No creo que sea fácil contarlo...

Una cosa más y cierro, de verdad, pero es que esto es muy cierto y no puedo por menos que estar de acuerdo al cien por cien con el capitán: "Por experiencia sabía que precisamente son las personas más metódicas y transparentes a los ojos de los demás las que mejor ocultan lo que requiere ser ocultado. Lo insertan entre sus férreas rutinas hasta que se confunde con ellas, y es tan difícil identificarlo como distinguir un par de calcetines de color azul oscuro en un cajón lleno de calcetines negros".

Lo prometido es deuda. Voy a terminar ya. Pero tengo que recomendar la novela: se lee muy fácil (por lo que no habrá sido nada fácil escribirla), da que pensar, se disfruta con los personajes... muy recomendable.

Y el cierre, con dos reflexiones cortas que me han sacado una sonrisa en ambos casos. Por un lado: "La amabilidad es un arma muy agresiva si se sabe utilizar bien". Y, por otro lado: "Los errores de los que se creen fuertes son con los que más se divierte el diablo".


domingo, 28 de octubre de 2018

La memoria de la lavanda (Reyes Monforte)

Empezaba el libro con opiniones de todo tipo: mi amiga Pilar había ido a la presentación, lo había leído y le había gustado mucho; mi amiga Mª Salud lo había pasado mal leyéndolo y no le había gustado nada; y yo descubrí que es la misma autora de Un burka por amor que no me gustó nada.

En fin, que la cosa se complicaba... Pero a mí sí me ha gustado. Me ha parecido muy fácil de leer, me ha hecho reflexionar bastante y me ha hecho decidir que quiero asistir al Festival de la Lavanda, que es el 15 de julio en Brihuega, la Tármino de la novela. Debe de ser digno de ver.

No destripo nada si cuento que la historia nos cuenta cómo vive Lena, nuestra prota, la muerte de Jonas, su marido. Jonas (me pregunto por qué no lleva tilde en la "a"..., no sé...) era jefe de cardiología de un hospital, tenía más de 60 años y conoció a Lena cuando ella fue a su consulta. Para mi gusto, es demasiado perfecto... Demasiado listo, demasiado bueno, demasiado cariñoso... pero no me cae del todo mal.

Y Lena le recuerda por muchos de sus pensamientos, de los que algunos están bastante bien: "Si quieres conocer a alguien, haz una guerra, abre una herencia o siéntale a la mesa de un casino. No falla. Todo un máster en el comportamiento humano". Ahí de doy toda la razón.

Me he dispersado un poco porque quería contar que Lena va a Tármino, al pueblo de Jonas, a llevar sus cenizas y allí pasa unos días con sus amigos: Hugo y Lola, Roberto, Aimo y Daniel, que también era su primo hermano. Estos personajes sí me gustan mucho, más que Jonas (aunque no lo quiera la autora). Sobre todo, Daniel, el primo sacerdote, que es el único que serena una historia llena de desgracias. Eso sí, como dice Lena: "Solemos subestimar el temperamento de los hombres buenos y tranquilos y no deberíamos".

Lo malo de la historia es que tiene demasiadas situaciones desgraciadas y penosas. Llegas a pensar que la vida se pasa con estos amigos, la verdad... Pero la familia de Jonas es que es peculiar, pero muy peculiar. Lo de su hermano Herminio (que se hace llamar Marco), casado con la hermana de su ex (Petra) y trabajando en la funeraria, es de película. Y le llaman el "zombi", con eso está todo dicho... Es tristísimo lo que dicen de él: "No le gustaba su vida porque estaba más interesado en envidiar la de los demás".

Hace poco ha sido el día mundial del Alzheimer y leí muchas cosas en Twitter que me hicieron pensar. Y me acordé de lo que había leído en esta novela en relación con la madre de Jonas: "Si hay algo peor que no vivir, es olvidar lo que has vivido después de una existencia plena y rica de experiencias, con todos los vaivenes de felicidad y aflicción que ello conlleva".

He de decir que hay pocas cosas en la novela que hagan sonreír. Es una historia realmente triste aunque se narra de una forma muy serena. Pero hay una frase que me ha gustado: "El exceso de lubricación ocular me hizo inmune al parpadeo como según Freud los irlandeses lo eran al psicoanálisis". He pensado en los irlandeses con los que trabajo y, efectivamente, seguro que son inmunes al psicoanálisis...

Me gusta mucho Aimo, el amigo finlandés. Es estupendo. Y cuenta cosas muy interesantes de las abejas, con las que trabaja, y de la sauna: "Recodad que los finlandeses inventamos la sauna, que hasta mediados del siglo XX estaba considerado como un lugar sagrado, de silencio y recogimiento".

No quiero alargarme más... Es una novela interesante, una casi exaltación de la amistad, una minuciosa descripción de la tristeza... Se lee bien pero es verdad que puedo entender que haya a quien pueda no gustarle.

Para terminar, dos reflexiones muy interesantes: por un lado, algo muy importante: "El sentido del humor es un bálsamo en momentos de tensión...". Y por otro, una frase de Jonas que, no por obvia deja de ser básica: "Para llegar, hay que salir".


viernes, 26 de octubre de 2018

El diablo en Florencia (Óscar Soto Colás)

Hay que decir que el título tenía muy buena pinta... Es uno de los libros que pedí a El Círculo de Lectores... Sinceramente, cada vez me cuesta más decidirme por un libro cuando tengo que hacer el pedido... Me da un poco de pena porque creo que cada vez tienen menos libros y más "chuminadas"... Pero, vaya, eso es otra de mis cositas y ya lo comentaré otro día. Siempre digo que me voy a dar de baja y luego nunca lo hago.

Total, vamos al grano que me disperso.

El libro está francamente bien. Una historia muy bien hilada, muy bien contada, con unos personajes muy interesantes que no nos dejan indiferentes.

Por supuesto, el autor consigue que nos caigan bien los que nos tienen que caer bien y mal, los que nos tienen que caer mal. Y aún así, logra sorprendernos.

Los hechos se desarrollan en Florencia (por supuesto) en el año 1556. Y nuestro prota fundamental es Salvatore di Montevecchi, un monje con pasado inquisidor, al que llaman para investigar unos crímenes muy sangrientos, Hay mujeres y niños muriendo en la ciudad: desaparecen 28 días y luego aparecen muertas sin sangre.

Lo peor es que la gente empieza a pensar que son crímenes cometidos por el diablo...

Cuando Salvatore llega a Florencia, su ciudad, desde el monasterio en el que se había refugiado a estudiar, se encuentra con su viejo amigo Luca Esposito, benedictino, con el que convivió en el Hospicio de los Inocentes y que va a ayudarle en sus pesquisas. Es un hombre muy divertido: "... no había amanecido aún el día en que Luca Esposito no sonriera a la vida" y que transmite vitalidad.

También nos vamos a encontrar a Alejandro Núñez, un jesuita español estricto, severo, desagradable... vaya que a todos nos va a caer fatal. También quiere saber qué ha pasado pero no quiere buscar evidencias, solo piensa que es el diablo el que hace las cosas... Y es impresionante lo que opina de las autopsias: "¡Es una blasfemia que la Santa Madre Iglesia no ha aceptado! ¡No se puede ensuciar el cuerpo de alguien al que el Señor ha mandado que se reúna con Él con tales prácticas bárbaras!". Afortunadamente, en algunas cosas hemos ido avanzando.

Otro personaje muy majete es Enrico di Piombino, el monje jovencito al que designan para ayudar a Salvatore... ¡es encantador!

Y conoceremos a Francesco e Irene Martelli. Con ella había tenido una aventura Salvatore cuando eran muy jovencitos y aún piensa en ella muchas veces. No sorprende a nadie que su hija Isabella sea una de las niñas secuestradas (no hago nada malo contándolo porque en cuanto aparece la niña sabemos a ciencia cierta que la van a secuestrar).

No lo he dicho pero Salvatore me encanta... me gusta muchísimo. Un hombre serio, sensato, sereno y muy consciente. Pero a la vez muy cariñoso y muy entrañable... Se convirtió en mi favorito en cuanto apareció en la novela... ¡mis cosas!

Por cierto, me encontrado una cosas muy chula: "...tras concluir el partido de calcio, un popular deporte de pelota...". ¿Será por eso que la liga de fútbol italiana se llama "el calcio"?. Seguro que sí. Me ha parecido muy curioso.

Tengo que cerrar ya porque si no, algo voy a contar y no quiero. La historia está muy bien, los personajes también y se aprende mucho de la vida de la época, así que no hay que dejar de leerlo para pasar un rato estupendo.

Y cierro con una frase, por supuesto, de Salvatore: "Enrico - dijo -, no creas todo cuanto te cuenten y duda de todo lo que tu juicio y sentido común no tenga como claro"


domingo, 14 de octubre de 2018

Y al final, la guerra (Lorenzo Silva / Luis Miguel Francisco)

Cuando abrí este libro ya sabía que no era novela, pero también sabía que me iba a gustar. Lorenzo Silva no me falla nunca...

Ha sido un descubrimiento. Un descubrimiento de lo que sucedió en Irak con las fuerzas españolas desplazadas allí, un descubrimiento de los sentimientos de todas esas personas dispuestas a dar la vida por sus compañeros y su país, un descubrimiento de unas condiciones y unas situaciones que no nos habían contado... Sin más: un descubrimiento.

Los propios autores nos cuentan quiénes son: "Un novelista cuyo oficio es urdir y contar historias, y un militar profesional con inquietudes literarias y experiencia en misiones internacionales de paz..."

No voy a entrar en si se debió enviar fuerzas en aquel momento o no. No sé si tengo criterio suficiente para tener la idea clara... y no sé si quiero ponerme a pensarlo ahora, después de tantos años, pero sí que es muy ilustrativo que se nos explique de esta forma qué es lo que pasó. Porque iban en misión de paz y fueron a la guerra.

Y Lorenzo Silva nos dice algo muy interesante: "Yo pienso (...) que la vida de quien se ofrece a perderla debe valorarse especialmente por quien puede tomar la decisión política de arriesgarla, y que solo cabe hacerlo en caso justo y necesario".

A mí, los militares siempre me han parecido admirables. Y he dicho muchas veces que habría sido militar (pero antes lo de las mujeres en el ejército no era aún aceptable,y yo no sé si tendría valor...), así que me ha hecho pensar algo que nos cuentan en el libro: "Pero la diferencia más ingrata entre un soldado español, un inglés o un americano es el respeto que su pueblo le tiene. En Gran Bretaña un militar, por lo que representa, tiene un cierto estatus. En España, el soldado profesional siente que para una buena parte de la población solo es un colgado, con frecuencia un facha o Dios sabe qué". Me parece muy triste.

Me ha encantado que la Brigada Multinacional Plus Ultra (BMNPU) la llamaban "Winipú": "Con la irónica alusión al tierno osito se ponía de manifiesto la inocencia con que se estaba actuando contra la denominada resistencia iraquí". Sea con la connotación que sea, hay que reconocer que el nombre tiene su puntito.

Estoy viendo las notas que he tomado para hacer esta reseña y podría escribir un libro casi tan largo como el original, así que creo que voy a recortar... No voy a ser capaz de resumir en una reseña sin pretensiones (como todas las mías) el esfuerzo, el sufrimiento, el dolor, el trabajo, el entusiasmo de todos esos hombres y mujeres que estuvieron allí desplazados.

Así que, hay que leer el libro para que los que saben escribir de verdad consigan transmitir lo que a mí se me queda en el tintero.

Voy a dejar una reflexión que me ha llamado mucho la atención: "Hay dos tipos de hombres - explica Núñez - los que les tiemblan las piernas cuando están en peligro y los que no; y uno no sabe de que tipo es hasta que no está en situación de arriesgar la vida. Hasta ahí yo no supe que no me tiemblan". La situación de la que habla, la cuenta previamente, claro, y hay que tener una pasta muy especial para ser como él.

Cierro con dos cositas más, que no me puedo dejar en el tintero, recomendando que se dedique un tiempo a leer este libro. No deja indiferente.

Por un lado, un dicho de los militares: "Ningún plan de ataque sobrevive al primer contacto con el enemigo"

Y por otro lado, una frase de José Hierro que introduce el libro: "Después de todo, todo ha sido nada, a pesar de que un día lo fue todo"

El templo de jazmín (Corina Bomann)

Hay que reconocer que el título suena bien... ¿o no? A mí me llamó la atención desde el principio y pensé que no podía dejarlo de leer.

Y ha resultado ser bastante interesante, sin que sea tampoco la mejor novela que he leído en mi vida, que tampoco hay que pasarse.

La autora nos narra la historia de una familia, desde la bisabuela hasta la bisnieta. En realidad, la interesante es la bisabuela, no nos vamos a engañar... La bisnieta es Melanie Sommer, fotógrafa de moda que, cuando regresa de uno de sus viajes, se encuentra con que su novio (ya prometido) tiene un accidente y está en coma.

La situación la supera un poco y decide ir a la casa en la que viven su abuela Marie, de 77 años y su bisabuela Hanna, con la friolera de 96 años. La casa es, además, el Museo de la Moda de Blumensee, que fundaron las dos mujeres unos 15 años antes del momento en que se desarrolla la historia.

Es en ese momento, cuando Hanna decide que ya es hora de que su familia conozca su verdadera historia. Todos saben que nació en Vietnam y que luego llegó a Alemania y se hizo famosa en París como sombrerera, pero nadie sabe por lo que fue pasando hasta llegar donde llegó. Así que Hanna va poniendo pistas para que sea Melanie la que vaya descubriendo y, a su vez, vaya preguntando lo que le vaya sorprendiendo.

Es una historia muy intensa, y muy dura en algunos momentos, pero muy entretenida de leer, la verdad. Para el lector, es estupendo.

También descubrimos la diferencia de carácter de las cuatro mujeres de la familia. Como decía antes, la que es interesante de verdad es la bisabuela. Las otras tres, bueno, sí, vale... pero no se pueden comparar.

Elena, la madre de Melanie, me parece serena y me da la sensación de que ancla un poco la historia... Y nos deja un pensamiento que merece la pena: "Cuando uno está delante de la montaña, cree que no podrá superarla; cuando está en lo alto, tiene miedo de caer, y cuando ya ha dejado la montaña atrás, se ríe de ella".

Eso sí, creo que me sobra todo lo relacionado con Robert, el prometido de Melanie: desde el accidente hasta el coma, pasando por su madre, que es insoportable, no aporta nada y molesta. Por supuesto, la autora quiere que nos caiga mal y lo consigue. Se llama Katja, es impertinente y desagradable. Y la historia sobreviviría sin ella y sin su hijo.

Poco más... Se aprenden cosas de principios del siglo XX, como el detalle de los gigolós: "Los gigolós eran bailarines a sueldo cuyo cometido era que ninguna mujer se quedara sentada al principio del baile". Siempre que hablo de gigolós me acuerdo de mi compañera Nieves, de la universidad, que decía que todos se tenían que llamar "Paolo"... y cuando conozco algún Paolo, me tengo que reír, es inevitable...

Es una novela entretenida, que permite pasar un rato agradable... Se deja leer bien.

Y cierro con un pensamiento que sí que puede dejar un poso... "El tiempo también pasa simplemente mientras contemplas el lago. O lees un libro".

viernes, 5 de octubre de 2018

Mujeres que compran flores (Vanessa Montfort)

En mi línea habitual, elegí este libro porque el título me pareció muy curioso. No sabía en absoluto qué esperar de él pero he de decir que me ha gustado. Y me ha gustado mucho.

Vamos a conocer a unas cuantas mujeres que compran flores. ¡No he dicho mucho...! Empecemos...

Tengo que confesar que la novela no empezó muy bien. Cuando Marina pasa por la floristería dice: "Traspasé la verja con cierto recelo siguiendo un camino de baldosas amarillas y con la secreta esperanza, ahora lo sé, de que al final de ese camino me esperara el Mago de Oz". Como sabe cualquiera que me conozca, soy incompatible con el Mago de Oz... ¡es así! Hay novelas que me gustan más, otras que me gustan menos... y luego está El Mago de Oz. Así que pensé que ya podía descartar la novela. Pero me quedaban muchas páginas...

Así que, seguí con ella y me dí cuenta que lo del Mago de Oz debió de ser un desliz de la autora.

En esta novela vamos a conocer a varias mujeres maravillosas. Y el nexo de unión va a ser Olivia, la dueña de la floristería "El jardín del ángel" (en realidad, nadie sabía si era suya o la tenía alquilada, pero eso es lo de menos)

Según Olivia, a cada persona le corresponde una flor y cada flor tiene un significado especial.

Os voy a presentar a las protagonistas, tal como las presenta la autora:

  • Marina - sufre el síndrome del copiloto porque siempre ha necesitado que su pareja le marque el rumbo. Hasta que su pareja ha fallecido... Su flor es la violeta, símbolo de la humildad y la timidez.
  • Gala - sufre el síndrome de Galatea. Cree que las mujeres tienen hoy todos los derechos, "salvo el de envejecer". Su flor es el lirio blanco por la coquetería.
  • Aurora - el suyo es el síndrome de la bella sufriente. "Confunde el amor con la obsesión". Su flor es la caléndula, la flor de la pena.
  • Victoria - aquí nos enfrentamos al síndrome de la omnipotente, que cree que puede con todo y ha decidido hacerlo. La flor es la del membrillo, por la tentación.
  • Casandra - es el síndrome de la superwoman, "antes de depender de nadie se aplicaría la eutanasia activa". Su flor es la orquídea azul, por el relax que le falta.
No habla de Olivia, pero cuando la vamos conociendo nos vamos dando cuenta de que es una mujer muy especial que tiene un superpoder: "Sabía ver dentro de las personas y las ayudaba a transformarse", en palabras de Gala.

Marina aterriza en el barrio después de que fallezca su pareja, Óscar. Tiene 40 años, es licenciada en Arqueología y está vagando sin rumbo hasta que empieza a trabajar para Olivia. Y allí conoce al resto de la "pandi".

Toda la novela es un canto a la amistad (aunque parezca un poco cursi). La amistad de unas mujeres que, aparentemente no tienen nada que ver las unas con las otras, pero que, no se sabe por qué, las hace disfrutar cuando están juntas, ser más felices y descubrir cómo hacer más felices a quienes las rodean.

Me ha gustado mucho algo que cuenta la autora: "... un artículo de Luis Rojas Marcos en el que explicaba que la mujer española era la tercera más longeva del mundo. Y lo más divertido y chocante era que, según su razonamiento, se debía a que hablamos mucho". Según esto, yo debo de ser prácticamente inmortal... Y conozco a alguna más que me va a hacer compañía...

Otra cosa que me ha encantado es uno de los proverbios de Olivia: "Cuando se siente no se piensa y cuando se piensa no se siente". ¿Por qué me ha gustado tanto? Porque es lo mismo que decía el Dr. Merino en No me gustan los lunes uno de los relatos que más me gustó en Madrid negro. ¡Qué casualidad!

Es una novela que revela muchas de las cosas que hacemos muchas mujeres. Yo me he visto reflejada en miles de momentos. Y he descubierto también a muchas de mis amigas. "Hemos sido tan asquerosamente responsables que podríamos hacer un millar de maldades y nos saldrían gratis"

Como dice Victoria: "El problema es que las mujeres de hoy somos como software revolucionario que se ha instalado en un ordenador obsoleto, y por eso no para de colgarse y colgarse y hacer cortocircuito"

No es una novela feminista (si lo fuera, probablemente no me habría gustado) pero sí es una novela en la que se expresa muy bien cómo reaccionan las mujeres ante determinadas circunstancias. Como dice Gala, "Yo prefiero ser mujer aunque solo sea por llevar tacones". ¡Esa es mi chica!

Tengo que ir cerrando porque me estoy alargando. Pero me encantaría dejar aquí una reflexión un poco larga de Marina. (No puedo evitarlo): "Ser madrileño tiene sus peculiaridades. Una de las más curiosas es que todo está a cinco minutos aunque para llegar a tu destino sea necesario coger tres transbordos. La otra es que todos, indefectiblemente, vivimos en el centro, aunque la mayoría de las veces indica que vives dentro del cinturón de la M30. Otra peculiaridad aún más curiosa que contraviene las leyes físicas es nuestra teoría de la relatividad aplicada al espacio-tiempo. El famoso estoy llegando".

Y ahora sí que cierro de verdad, recomendando que se lea esta novela para pasar un rato muy agradable. Me he dejado todo sin contar, así que pueden encontrarse muchísimas sorpresas.

Pero tengo que dejar una frase que debe hacernos pensar: "¡Porque vivir es una tarea urgente!"